La letra mata, mas el Espíritu vivifica

La letra mata, mas el Espíritu vivifica

¿Qué significa esto para nosotros personalmente y en nuestro trato con los demás?

"No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica." 2 Corintios 3:5-5.

La letra mata pero el es Espíritu da vida – en nosotros

Tenemos un magnífico y extraordinario ejemplo de Jesús. Está escrito en Juan 8:1-12 acerca de la mujer que fue sorprendida en adulterio. De acuerdo a la ley ella debería haber sido apedreada hasta la muerte. Los fariseos estaban listos para apedrearla; iban hacer lo que Moisés había ordenado. Pero Jesús, se inclinó hacia el suelo y escribió en la tierra con Su dedo. Posiblemente escribió lo que también estaba escrito en el libro de la ley: "No codiciarás." Los fariseos vieron que, todos se iban uno a uno, comenzando desde los más viejos, ya que a diferencia de los otros mandamientos, codiciar es un pecado que ocurre en el interior. Como la codicia está oculta, nadie podía lidiar con ella en sus propias fuerzas. Y es por eso que todos se sintieron culpables. Nadie había guardado la ley.

Jesús se levantó y le dijo a la mujer: "Ni yo te condeno; vete, y no peques más." Este es el evangelio del nuevo pacto; que podemos tener nuestros pecados perdonados y no necesitamos seguir como pecadores que solo reciben perdón y continúan pecando.

Jesús dice: "¡vete, y no peques más!" Él nos da poder a través del Espíritu Santo para que el pecado llegue a su fin; para que al pecador se le permita vivir y desarrollarse. Eso es mucho mejor que matar al pecador. Era claro que en el antiguo pacto había un temor de continuar con el pecado, porque había una sentencia de muerte adjunta a él. Pero con lo que Jesús vino fue mucho mejor. La gente ahora puede salir del pecado y llegar a una buena vida, una vida completamente nueva en Jesucristo.

La letra mata pero el es Espíritu da vida – en nuestro ministerio

Pablo era un fariseo, y muy capaz en este aspecto. Él sabía desde luego qué castigo debía imponerse por cada ofensa que se cometía. Pero no conocía los secretos de los hombres, las cosas ocultas, las razones por la que los demás hacían lo que hacían. El ministerio de la letra puede ser muy destructivo cuando se trata de nuestro trabajo con otras personas. Es por eso que es de suma importancia que tengamos un sentir para escuchar y obedecer la voz del Espíritu.

Pablo estuvo con debilidad y temor. Él le dijo a los Corintios que no venía con humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder (1 Corintios 2:3-5). De lo que él tenía temor era de que todas las cosas que había aprendido a los pies de Gamaliel lo ataran y no lo dejaran ser libre para servir a Dios según el Espíritu. Así que, aquí necesitaba una revelación del Espíritu. Solo el Espíritu puede revelar las cosas ocultas. Él se encontraba con debilidad, mucho temor y temblor porque no podía hacer nada por sí mismo. Ya no se trataba solamente de saber cuál era el castigo, sino de llevar a la gente a una nueva vida.

En isaías Dios dice: "Oídme." Necesitamos aprender lo que Dios quiere, lo que Su voluntad es; necesitamos escucharle y entrar en Sus pensamientos, porque así como los cielos son más altos que la tierra, así también los pensamientos de Dios son más altos que los nuestros (Isaías 55:8-9). Necesitamos ser circuncidados de todo lo que hay en esta tierra. Entonces nuestros pensamientos necesitan ir a alguna parte, y van hacia arriba, para que seamos resucitados con Cristo y nos sentemos en lugares celestiales. De esta forma entramos en los pensamientos de Dios a través del Espíritu de revelación y comenzamos a escuchar la voz del Espíritu. 

Más adelante en 2 de Corintios 3:17 dice: "Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad." No hay libertad para cualquier cosa, pero hay libertad para ser transformados a la imagen y semejanza de Jesús. Esta es la libertad en la que podemos entrar. Esto no es falsa libertad, pero es verdadera libertad cuando somos transformados de gloria en gloria. (2 Corintios 3:18).

Este artículo está basado en una prédica de Kåre J. Smith del 28 de mayo de 2019.

Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.