¡Un consejo para ser mucho más feliz!
Es más fácil decir que me gozo con los que se gozan que en realidad hacerlo, pero si puedo aprenderlo – ¡imagina cuánto aumentará mi felicidad!
“Gozaos con los que se gozan…” Romanos 12:15. Este versículo va directamente en contra de mi naturaleza humana. La reacción natural cuando veo que algo bueno les pasa a otras personas es envidiarlas, luego quejarme y sentir lástima por mí mismo. “¿Por qué yo no tengo lo que tiene mi amigo?” “¿Acaso no merezco yo también algo bueno?” “Probablemente yo no lo merezco.” “¡No es justo!” El que no lo diga en voz alta, no cambia el hecho de que esté en mis pensamientos y en mi espíritu, y esto causa infelicidad.
¿Qué puedo hacer al respecto? ¡Buenas noticias! ¡Puedo ser liberado completamente de estos pensamientos! Cuando estas nubes oscuras de envidia y egoísmo comienzan a desviar mi camino como una reacción humana a algo que vi u oí, tengo que juzgarlas y reconocerlas por lo que son: ¡una tentación a pecar! Solo así puedo odiarlas y decir simplemente, “¡No voy a ceder a tales pensamientos y creerlos! No están de acuerdo con la Palabra de Dios y tampoco me hacen feliz. ¿Por qué entonces los dejaría morar en mi mente?”
Después de haber dicho no, también tengo algunas armas poderosas para alejar estos pensamientos. Puedo orar a Jesús y decir: “¡Ayúdame a no ceder ante estos pensamientos!” Por muy razonables, justificados o verdaderos que parezcan según mi razonamiento humano, Jesús es poderoso para socorrernos y ayudarnos en tiempo de necesidad (Hebreos 4:15-16). Dios también me ayuda a vencer dándome Su Palabra: “Gozaos con los que se gozan…” Romanos 12:15. “El amor no tiene envidia.” 1 Corintios 13:4. “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora.” Hebreos 13:5. ¡Mientras que me aferre a estas palabras y continúe luchando contra estos pensamientos, no tendrán ningún poder sobre mí!
Lectura adicional: ¿Cómo llevo cautivo todo pensamiento?
La Palabra de Dios también brinda el poder para dirigir mis pensamientos hacia lo bueno y alejarme del egoísmo en mi naturaleza humana, asimismo puedo elegir dar gracias a Dios por mis amigos y por cómo los ha bendecido ¡No que nada se interponga en mi camino, en mi corazón los amo! Una vez escuché que es imposible pensar negativamente de alguien por quien estás orando. Yo creo lo mismo y afirmo que es verdad aquí. ¡No puedo tener envidia de nadie si estoy orando por ellos! Además, también puedo agradecer a Dios por todo lo que me ha dado. Si pienso un poco en el pasado, es claro que Él me cuida verdaderamente y sigue cuidadosamente cada detalle de mi vida, dándome exactamente lo que necesito para ser salvada, lo cual es mi anhelo más profundo. ¡Tengo sin lugar a duda todas las razones para estar llena de agradecimiento y deshacerme de todos los pensamientos de inconformidad!
Eventualmente la tentación ira perdiendo su poder, pero yo he preservado mi gozo. Si continúo en esta batalla, será cada vez más fácil gozarme con los que se gozan, y a medida que pasa el tiempo, comenzaré a hacerlo de manera natural. Si solo me gozo cuando algo bueno ocurre en mi vida, y a su vez pierdo mi gozo cuando algo bueno le sucede a alguien más, entonces quiere decir que tengo muy poca felicidad en mi vida. ¡Imagina cuánta más alegría recibo si puedo gozarme con los que se gozan! ¡Voy a ser definitivamente más feliz!
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.