La mejor invitación que alguna vez vas a recibir

La mejor invitación que alguna vez vas a recibir

Jesús nos invita a “llevad mi yugo sobre vosotros… porque mi yugo es fácil.” ¿Qué ganamos si aceptamos esta increíble invitación y aprendemos de Él?

4 Min ·

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Mateo 11:28-30.  

Vivimos en un mundo lleno de intranquilidad.  

¿Está todavía vigente la Palabra de Dios en nuestros tiempos? ¿Se puede tener un verdadero descanso para nuestra alma, así como Jesús nos lo ofrece aquí? Por supuesto que sí; la Palabra de Dios es inmutable, y tan verdadera como que Dios vive, por eso se mantiene. 

Llevad mi yugo sobre vosotros 

Podemos estar agradecidos de que existe un descanso interior, y que Jesús nos dice el camino hacia él. “Llevad mi yugo sobre vosotros…” ¿Cuál es Su yugo? Solo hay que pensar en el arnés que de restricción que se utiliza para hacer que los bueyes se muevan según la voluntad del granjero. Cuando llevo el yugo de Jesús no puedo “seguir mi propio camino”, sino que debo someterme a la voluntad más elevada. ¿Cómo puede eso traer verdadero descanso para mi alma? 

“Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón.” ¡Qué gran maestro! Él, que sabe exactamente como es vivir en un mundo impío con un cuerpo y alma que están sujetos a estados de ánimo y muchas tentaciones; un cuerpo y alma con la tendencia a juzgar cosas según lo que pienso y siento en cada momento que se muestra la posibilidad; Él mismo nos invita a aprender de Él, quien es manso y humilde de corazón. 

Allí, bajo el yugo de Jesús, entiendo que cuando Dios tiene realmente el control de mi vida y me someto a Su voluntad, encuentro descanso. Cualquier protesta sobre los demás, sobre cómo me tratan y/o como son mis circunstancias de la vida deben terminar. Él es ahora quien dirige mi vida, y estoy aprendiendo a ser agradecido por todas las cosas, ya que es Su perfecta voluntad para conmigo. “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” 1 Tesalonicenses 5:18.

Mi yugo es fácil 

No ocurre todo de inmediato, pero estoy aprendiendo, como discípulo de Jesús, a ser manso y humilde de corazón, confiando en Dios en todas las situaciones para lograr un buen resultado en Su tiempo. ¿No es esto exactamente lo que también hizo Jesús al someterse a todo tipo de tratamiento, incluso hasta la muerte de cruz? Jesús eligió sufrir en lugar de pecar durante toda Su vida, así como está escrito en Hebreos 11:25 y 1 de Pedro 4:1. “Mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Podemos decir que todo es más fácil cuando tengo el sentir y la mente de sufrir, y realmente lo es, porque con esta mentalidad la gracia y el agrado de Dios están conmigo en abundancia; y Él me ayudará a hacer Su voluntad.  

¿Alguna vez ha traído descanso a mi alma (hasta lo más profundo) el seguir mi propio camino? Por esforzarme a imponer mi propia voluntad, o ceder a ella en la tentación, encuentro, como un buey rebelde que la vida es una carga y ¡se vuelve difícil! Dejar que Dios, el Dios de paz, tenga control total, es el camino hacia lo que mi alma anhela, de hecho, es la paz que todo el mundo está buscando. Bienaventurados todos los que escuchan y obedecen las palabras de Jesús; ellos verdaderamente hallarán descanso. 

¡Qué increíble oportunidad tenemos de ser unidos en yugo igual con Él en el servicio del Padre!

Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.