Un Año Nuevo lleno de esperanza
Otro año ha llegado a su fin, dejando su indeleble marca en nuestras vidas.
Otro año ha llegado a su fin, dejando su indeleble marca en nuestras vidas.
Reflexionando sobre este año, nosotros como creyentes, podemos ver una gran cantidad de cosas por las cuales dar gracias a Dios, aunque muchas áreas aun continúan, en las que al igual que Pablo, debemos decir, “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo.” (Filipenses 3:12)
Si hemos continuado en la fe del evangelio, nos adentramos en este Año Nuevo como una persona nueva, habiendo experimentado la promesa de Dios de la transformación mediante la renovación de nuestro entendimiento. (Romanos 12:1,2) Aunque nuestro hombre exterior se va desgastando, el hombre interior se va renovando día a día. Así que no tenemos razón para desmayar, sino que podemos avanzar valientes en el camino de la vida, teniendo nuestra confianza en Dios quien produce en nosotros tanto el querer como el hacer, por Su buena voluntad.
Pablo también escribe, que El que comenzó la buena obra en nosotros, la perfeccionara hasta el día de Jesucristo (Filipenses 1:6). Esto significa que lo que queda de la vieja vida; sus deseos carnales, sus viejos hábitos arraigados, opiniones preconcebidas, entendimiento humano y juicio, y todo vestigio de maldad, será limpiado por el fuego del amor de Dios y la verdad. Con este fin, Dios hace que todas las cosas nos ayuden a bien, para ser hechos conformes a la imagen de Su Hijo. (Romanos 8:28,29)
Nuestra tarea es permanecer en la mente de Cristo, quien se humillo a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, incluso la muerte en la cruz. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección. Romanos 6:5.
Y el que estaba sentado en el trono dijo: "He aquí, yo hago nuevas todas las cosas." Apocalipsis 21:5. ¡Qué gran esperanza es tener nuestro corazón en el año que comienza!.
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.