¡Solo vives una vez!

"Mas los años contados vendrán, y yo iré por el camino de donde no volveré." Job 16:22.

Tal como está escrito en los versos de una canción: "Solo se nos da una oportunidad para andar en el sendero de la vida." Esto debería hacernos ver la seriedad de lo que es estar vivo. Dios nos ha dado vida, y tenemos que rendir cuentas por cada día de gracia. No podemos regresar al pasado, es importante que ahora sigamos adelante y recibamos lo más que podamos en este tiempo que nos resta. Poco a poco avanzamos por un camino por el cual nunca podremos volver a pasar.

Es bueno meditar y aprender de las cosas que se pueden mejorar. Pedro escribe de tener una amplia y generosa entrada el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. (2 Pedro 1:11) Y la tendremos  al ser devotos en todas las virtudes de Cristo. No debemos olvidar que hemos sido purificados de nuestros antiguos pecados (2 Pedro 1:5-9), porque si lo olvidamos también vamos a olvidar andar en temor y humildad.

Hay por supuesto mucha gente que le gustaría retroceder el tiempo para corregir algo que debería haberse hecho o dicho de otra manera. Sin embargo, es imposible, necesitamos pedir perdón a Dios y las personas y luego continuar en una vida que pueda volverse cada más rica.

Deberíamos estar listos en el tejado cuando Jesús venga, y no tener que bajar a la casa y arreglar las cosas y los asuntos que no se hicieron ni se dijeron.

Pablo tenía una gran y gloriosa meta a la vista, y corrió hacia ella con todo lo que había en él. Él quería que los Efesios también tuvieran esta gloriosa meta frente a sus ojos, de tal modo que su celo se perfeccionará. En esta carrera los Efesios necesitaron el espíritu de sabiduría, revelación y corazones con ojos alumbrados para que las riquezas de la gloria se convirtieran en una supereminente grandeza. (Efesios 1:17-20)

Es importante que ahora miremos hacia adelante y veamos la gloria que se nos ha preparado. No podemos regresar, y ninguno de nosotros sabe cuánto tiempo aun tenemos para continuar nuestra carrera aquí en la tierra. ¡Qué nuestras vidas estén puestas en orden! para que podamos decir como el viejo Simeón: "Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación…" Lucas 2:29-39.