¡Sin excepción!

La mayoría de los creyentes son obstinadamente incrédulos cuando se trata de una vida en victoria sobre todo el pecado consciente. Creen que están atados al pecado y que están obligados a pecar, que las cosas no puede ser de otra manera mientras estemos en este cuerpo. Y el hecho de que las Escrituras declaren exactamente lo contrario no les molesta. Ellos lo saben bien.

Sin embargo, no siempre es tan fácil vencer; la intención tampoco es que vaya a ser fácil. La victoria es indescriptiblemente valiosa y, por lo tanto, preciosa. ¡Y aquí llegamos a un misterio de la fe!

¡La mayoría de los que creen en la victoria sobre el pecado creen en ella con excepciones! Por lo tanto, una palabra también se cumple en este caso: "Como creíste, te sea hecho." Mateo 8:13. La gente cree en las excepciones, ¡y las excepciones no fallan! La victoria sobre la ira con excepciones simplemente significa que te enojas de vez en cuando. Y esto es simplemente una derrota en lugar de victoria.

El amor todo lo soporta. (1 Corintios 13:7) Sin embargo, cuando hay excepciones, no puedes decir honestamente que "soportas todas las cosas." Tendrías que decir entonces: "soporto la mayoría de las cosas" o "soporto casi todas las cosas". ¡Pero eso es incredulidad frente a la Palabra!

Ser honesto o decir la verdad con excepciones, ser humilde y manso con excepciones, ser fiel a tu cónyuge con excepciones, ser pacífico con excepciones, ser de buen ánimo con excepciones, estar agradecido y feliz con excepciones, ser ferviente en espíritu con excepciones, caminar en el Espíritu con excepciones, etc., etc. Sí, aunque podría ser peor, ¡no vale la pena seguir así! En comparación con nuestro llamamiento celestial, ¡esto es bastante pobre!

Esta es precisamente la razón por la cual estas dos palabras, "sin excepción", se vuelven extremadamente fortalecedoras para nuestra fe; ¡son palabras preciosas, gloriosas y altamente significativas!

Piensa en decir la verdad, hacer justicia, amar a todos, soportar todas las cosas que vengan de los otros, ser humilde y manso, valiente, contento, agradecido, generoso, fiel en todo, en las pequeñas y grandes cosas, en el hogar y lejos de él – sufrir injustamente con un corazón dispuesto a recompensar el mal con el bien – siempre sin esperar algo a cambio – por lo tanto: ¡sin excepción!

La clave para una vida tan gloriosa se llama: ¡Sin excepción!, ¡y uno debe esforzarse para adquirir esta clave!