Resoluciones de Año Nuevo
Con el Año Nuevo recibimos un pequeño empujón para lograr eso que quizás hemos planeado por mucho tiempo.
¿No debería aprovechar hoy la oportunidad para vencer? – no sólo porque es Año Nuevo – ¡Sino porque Dios nos ha llamado a tomar nuestra cruz cada día!
Cuando entramos en un nuevo año, muchos de nosotros tenemos tradiciones de diferente tipo cuando se trata de las intenciones de Año Nuevo. Estamos decididos a poner fin a los malos hábitos – de una vez por todas. ¿Has hecho poca actividad física? es el momento para comenzar un nuevo estilo de vida más activo. ¿O tal vez has comido descontroladamente muchas cosas que no debías? es el momento de hacer un stop cuando el reloj indique el cambio de año. ¡Desde el 1 de enero la renovación será total! "Nunca mas voy a…" o bien "Desde ahora voy a…" Estas palabras y pensamientos son muy conocidos. ¿O es acaso la primera vez que decimos esto? ¿Seremos capaces esta vez de mantener nuestras promesas?
Los planes y sueños no son suficientes
Las buenas intenciones de Año Nuevo son algo muy bueno. Recibimos un pequeño empujón para lograr algo que quizás hemos planeado por mucho tiempo. Pero ¿por qué esperar hasta año nuevo para reaccionar? ¿Por qué no hicimos nada ayer, o bien la semana pasada? ¿Quizá hemos esperado todo un año – desde enero del año pasado, cuando todo salió mal después de solo dos semanas? Una cosa es trotar durante cuatro meses porque no soportamos el frío, o bien que el presupuesto no salió como el previsto. Sin embargo, ¿qué sucede con los verdaderos pecados; los cuales impiden que Dios haga una transformación en nosotros? ¿Somos igual de lentos cuando se trata de esto?
"…Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece." Santiago 4:14.
En realidad, no sabemos cuando será nuestro último día. Tal vez no tenga ninguna relevancia el hecho de bajar esos cinco kilos, o bien que uno no alcanzó a recorrer todo el mundo. ¡Lo que si tiene relevancia; es que nuestros asuntos estén en orden frente a Dios! ¿Hemos tomado con seriedad nuestra vida de pensamientos, nos hemos purificado de todo el pecado y egoísmo que hay en nuestra vida? ¿Qué nos dice la conciencia – hay algo todavía escondido, a salvo? ¿Eran justamente mis intenciones tener estas cosas en orden? Lamentablemente, los planes y visiones de futuro no son suficientes para el día que conozcamos a nuestro Creador. No es suficiente con decir que vamos a dejar la pereza y nuestro egoísmo en este Año Nuevo – o bien desde mañana. Es ahora cuando debe ocurrir algo en nuestra vida – ¡en este segundo!
Motivación y esperanza
Igual de importante es tener continuidad, no ceder, no volverse perezoso. Las consecuencias de caer después de un par de semanas son mucho más graves cuando se trata de servir a Dios. Si estamos en esta carrera, no podemos detenernos con tener una buena conciencia, o una conciencia más o menos buena. A diferencia de un corredor cansado y fuera de forma después de Navidad, un discípulo de Jesús tiene una motivación y una esperanza que provienen de dimensiones totalmente diferentes.
"Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán." Isaías 40:31.
Tales personas obtienen su fuerza de Dios – una fuerza más poderosa que los músculos, más poderosa que los sueños y visiones de las personas. Con la ayuda de Dios vamos alcanzar todas las metas que nos hemos propuesto; recibir parte en la vida de Cristo. Aprovecha hoy la oportunidad para vencer – no porque es Año Nuevo – ¡sino porque Dios nos ha llamado a tomar nuestra cruz cada día! (Lucas 9:23)
"¡Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él!" Salmos 118:24.
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.