¿Qué significa temer a Dios?
¿Cómo podemos creer que Dios nos ama, y que al mismo tiempo debemos temerle?
En la Biblia se nos exhorta reiteradamente que debemos temer a Dios, que tengamos temor de Él y así vivir en un temor santo. Pero ¿por qué deberíamos tener temor de Dios? ¿No es Dios amor? En 1 Juan 4:18 está escrito claramente que: "En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor."
¿Cómo podemos creer que Dios nos ama, y que al mismo tiempo debemos temerle?
Reverencia y admiración por Dios
El temor de Dios no es lo mismo que el miedo a un tirano o un dictador. No debemos temerle a su ira, a menos que temamos a el castigo debido a una mala conciencia y un corazón duro a causa del pecado. (Romanos 2: 5-9)
Tener temor de Dios es una absoluta reverencia y admiración por un Dios Todopoderoso, el creador de todas las cosas. A través de la Biblia recibimos algunas visiones del cielo, y vemos que las criaturas celestiales lo adoran alrededor de Su trono continuamente, gritando "¡Santo, santo, santo!" cubriendo sus rostros. Este Dios Todopoderoso me ha llamado por mi nombre para servirlo, y Él está obrando en mí para que pueda ser salvo y pueda estar con Él por la eternidad. ¡Esto debe causar en mí que el amor, gratitud y una reverencia inexpresable crezcan y aumenten en mi corazón!
Esto nos hace tener temor de pecar contra Él, porque no queremos nada más en este mundo que agradarle y honrar Su nombre. Tememos causarle tristeza o dolor, porque sabemos cuán increíblemente miserable es el pecado, cuánto lo odia Dios, y cuánto le duele cuando pecamos.
"Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad? " Deuteronomio 10: 12-13.
“El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco.” Proverbios 8:13.
El tener temor de Dios es:
Tener la debida reverencia y respeto por Él, y hacer todo lo que se requiere de nosotros para servirlo. (Salmos 89: 7; Hebreos 12: 28-29)
Estar frente a Su rostro en todo lo que hacemos para ser agradables a Él, sin dejarnos influenciar por querer recibir una buena opinión de las personas. (1 Pedro 1: 24-25)
Saber que no debemos cuentas a nadie más que a Dios por nuestras acciones.
Temer actuar en contra de Su voluntad.
Temer deshonrarlo con nuestras acciones. Esto asegurará que actuemos con rectitud, amor y bondad hacia nuestro prójimo.
Temer tergiversarlo a Él o a Su Palabra en el mundo.
Temer tomar a la ligera el peso y la importancia de a lo que Dios nos ha llamado, y del ministerio que nos ha dado.
Un odio por el pecado y una seriedad acerca de cuán pecaminoso es. (Romanos 7:13)
Amarlo con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con todas nuestras fuerzas, y guardar Sus mandamientos. (Deuteronomio 6: 4-5; Deuteronomio 10: 12-13; Mateo 22: 36-38)
Sin temor piadoso:
Si no tenemos temor de Dios, no tomaremos lo suficientemente serio el pecado. Las consecuencias del pecado son enormes. Cuando hemos sido perdonados por nuestros pecados según al justica de Dios todavía tenemos que cosechar los resultados de haber cometido pecado. (Gálatas 6: 7-8) Es cierto que Dios está inconmensurablemente lleno de gracia y misericordia para nosotros, y que Jesús murió por nuestra salvación, para que nuestros pecados sean perdonados cuando nos arrepintamos de ellos. Y ciertamente necesitamos esto, ya que la santificación y la libertad del pecado son un proceso en el que estamos. Pero usar eso como una excusa para el pecado mostraría una falta de temor piadoso; una falta de amor por Dios de hecho, esta es la razón por la cual tememos y amamos a Dios:
"JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado." Salmos 130: 3-4. Cuando ponemos nuestras palabras y acciones en la balanza del temor divino, obtenemos sabiduría, comprensión y virtud, porque luego aprendemos y hacemos la voluntad de Dios. La falta de temor piadoso nos lleva a hacer nuestra propia voluntad. Esta indiferencia hacia Dios nos vuelve tontos y no conduce a ningún tipo de crecimiento espiritual.
Si realmente tenemos temor de Dios, esto nos llevará a una profunda relación personal de amor con Dios. Está escrito: “Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.” Lucas 4:8. Esta relación que tenemos con Él la llevaremos hasta la eternidad.
“Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia.” Hebreos 12:28.
“El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.” Eclesiastés 12:13.
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.