¿Qué significa estar siempre gozosos?
En la Biblia está escrito “¡Estad siempre gozosos!” Pero, ¿cómo puedo hacer esto?
¿Es realmente posible estar "siempre gozoso", tal como está escrito en 1 Tesaloniceses 5:16?
En medio de mi jornada laboral emerge un anuncio en mi computadora, con una publicidad de unas vacaciones tropicales, con aguas turquesas, playas blancas, palmeras y sol, "Sin duda sería agradable…", pienso dentro de mí. La vida puede parecer una lista interminable de tareas que se deben realizar, cuentas que deben ser pagadas, una lista "lo que debo hacer" que solo parece ser más larga, y un cuerpo que se vuelve más débil con los años. Sin nombrar aquellas situaciones graves que en ocasiones pueden surgir – adversidades que no he elegido, pero que sé que Dios las ha dispuesto.
Si tan solo pudiera tomar unas vacaciones; si tan sólo pudiera _______, entonces estaría feliz. Aquí uno puede llenar el espacio en blanco con lo que quiera. Si tan solo pudiera ganar más dinero; si tan sólo pudiera estar más saludable; si tan solo pudiera conseguir el trabajo de mis sueños, y así sucesivamente y sucesivamente, ¡hasta el infinito!
Estas cosas están bien, y a menudo me hacen sentir feliz por un rato. Pero sin ellas vuelvo a mi aburrida vida cotidiana, anhelándolo todo de nuevo. Al parecer mi felicidad depende completamente de conseguir lo que quiero. Pero, ¿tiene que ser así?
Ser parte de los padecimientos de Cristo
Uno de los versos más conocidos de la Biblia tiene solo tres palabras: "¡Estad siempre gozosos!" (1 Tesalonicenses 5: 16) Está escrito como un mandamiento, no como una recomendación. ¡Así que sé, que es algo posible de realizar! ¡Dios no nos da mandamientos imposibles de cumplir! ¡Siempre podemos cumplirlos! Esto significa que ahora mismo, hoy, en este momento, en esta situación, con el cuerpo que tengo, el trabajo que desempeño, la casa que tengo y en las circunstancias que me encuentro. Pero si esta alegría no está ligada a la condición que me encuentro, ¿de dónde proviene?
Podemos encontrar una pista en 1 Pedro 4:13, "Sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo…"
El gozo que proviene de los padecimientos
Quizás siento que he sido tratada injustamente. Y realmente anhelo tomar represalias. Vengarme. El pecado en mí quiere algo, quiere enojarse y ofenderse. Entonces tomo una batalla para no pecar – para no ser maliciosa, amargada o irritada. Niego lo que quieren mis deseos pecaminosos. Y debido a que no reciben lo que quieren, padezco y recibo parte de los padecimientos de Cristo, ¡y el resultado es victoria!
Así llego al gozo puro en mi espíritu que no depende de mis sentimientos, mis circunstancias, de cómo los demás me tratan o cualquier otra cosa. Es posible gozarse – ¡siempre! Sin duda serían muy buenas unas vacaciones en este momento, pero si no las tengo no tiene por qué atenuar el gozo interior que tengo. Por el contrario, puedo aprovechar la oportunidad de terminar aún más con la ingratitud y exigencias de mi carne, y llenarme del verdadero gozo que viene de hacer la voluntad de Dios y ser transformada.
Tengo un creador fiel que sabe lo que es mejor para mí. ¡Puedo hacer la voluntad de Dios hoy mismo, recibir parte de los padecimientos de Cristo y ser llena del gozo de victoria! Por esto los verdaderos discípulos de Jesús son las personas más felices de la tierra.
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.