¿Cómo puedo lidiar con recuerdos de pecados pasados?

¿Cómo puede uno liberarse de todos esos molestos pensamientos de pecados pasados? Lo cierto es que todos han hecho la voluntad de su carne y de sus pensamientos. Como resultado, la gente vive plagada por recuerdos de todos los pecados que cometieron. Sin embargo, existe una manera segura para curar todas esas heridas.

Somos salvos por la Palabra de verdad. En Jesús la Palabra fue hecha carne y habitó entre nosotros. (1 Juan:14) Sus palabras eran tan poderosas que cuando hablaba los malos espíritus huían.

Cuando tú escuchas la Palabra de Dios, el Espíritu de verdad hace que llegue directo a tu corazón. Si obedeces la Palabra, la Palabra de Dios, la Palabra de verdad, se vuelve carne en ti, y Su Palabra permanece en ti.

La Palabra es como una semilla, la semilla de Dios. (Lucas 8:5-15) Y cuando permance en ti, no puedes pecar. (1 Juan 3:9) Así que lo que tienes que hacer, y no dejar de hacer, es guardar la Palabra de Dios en tu corazón. Deja que se hunda en buena tierra para que pueda llevar fruto. Cuando eres obediente a la Palabra de verdad, a medida que se hace carne en ti, tendrás una vida completamente nueva en tus pensamientos, y terminarás con las cosas que te han plagado; todos esos malos recuerdos del pecado.

Por eso debes llenar tu corazón con la Palabra de Dios, así serás como una fortaleza donde el enemigo no puede entrar, y cuando lo necesites tendrás municiones, ayuda y podrás contraatcar.

Puedes aprender de como Jesús lo hizo cuando fue tentado en el desierto por el diablo ¡Jesús luchó usando la Palabra de Dios! ¡El diablo vino de una manera muy astuta y también usó la Palabra de Dios! pero Jesús contraatacó ¡porque Él era la Palabra de Dios! La Palabra de Dios se había hecho carne en Él, por eso tenía tal poder. El diablo se retira cuando son dichas esas palabras; pues son las palabras eternas de Dios, palabras que nos salvan. Hay una fuerza creadora en estas palabras, ellas crearán algo completamente nuevo en tu corazón cuando crees en ellas, y te aferras a la Palabra. Sólo así tendrás éxito en todo. Llegarás a una vida totalmente nueva, tendrás una nueva manera de pensar y Dios trabajará en ti para que anheles y hagas Su voluntad.

Este artículo está inspirado en una prédica de Kåre J. Smith del 7 de febrero de 2018.