¿Qué hago si pierdo mi relación con Jesús?
¿Se ha desvanecido tu relación con Jesús y no estás seguro de qué hacer para que vuelva a ser como alguna vez fue antes?
¿Alguna vez has sentido, después de haber dado tu vida a Cristo, que Jesús está lejos? ¿Que sus bendiciones fueron quitadas de tu vida y que tu relación se ha desvanecido a tal punto que sientes como si estuvieras navegando solo en las circunstancias de la vida sin su guía y su cuidado? ¿tú, que alguna vez conociste una gran felicidad interior y una alegría "de otro mundo", llegaste a algo semejante a un agujero negro, espiritualmente hablando? Pues no estás solo.
Un buen soldado
Cuando te inscribiste para ser un seguidor de Jesús te alistaste como un soldado. Un buen soldado inevitablemente se encontrará al enemigo en la batalla. ¿Y quién es el enemigo que quiere hacernos tanto daño? "Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar." 1 Pedro 5:8. El único deseo de Satanás es que perdamos nuestra relación con nuestro Salvador. Pero, ¿qué vencerá a este enemigo supuestamente tan formidable?
La Biblia nos dice claramente que es tu fe. “Y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.” 1 Juan 5:4. ¿Y cuál es mi fe si me siento tan débil e impotente? Tal vez siento que no tengo fe en lo absoluto, pero creo en que Jesús murió en la cruz por mí, ¿no es así? no hay ningún problema en creer en esto. Realmente es útil pensar en ello y reflexionar sobre las profundidades del amor de Jesús hacia un miserable como yo. ¡El murió por mí! No es simplemente una teoría que murió por toda la humanidad en general, pero Él murió particularmente por mí. ¡Él derramó su sangre y sufrió, tanto para mí como para todas personas en esta tierra! ¡Cree en eso!
Jesús estaba dispuesto a dar su vida porque creyó en que yo cumpliría y guardaría su Palabra en mi vida cotidiana. ¡Él creyó incluso que yo vencería tal cómo Él venció! Jesús no vivió ni murió en vano. Él quería tener hermanos que también estén dispuestos a tomar su propia cruz en la vida diaria, eligiendo sufrir en la carne en lugar de pecar en el momento de la tentación. (Lucas 9:23; 1 Pedro 4: 1-2; Romanos 8: 29-36) Si esta es mi actitud de corazón (y, por supuesto, Dios sabe y está consciente de mis verdaderas intenciones y deseos, sin importar cuáles sean mis sentimientos), entonces soy verdaderamente precioso para el Señor, y sin duda me fortalecerá poderosamente para vivir y caminar la vida tal como Jesús lo hizo.
Sentimientos
Reconoce que tus sentimientos son solo eso, sentimientos, y no necesariamente son la verdad. Incluso sentir que no sientes nada es un sentimiento, por lo tanto, no puedes confiar en él y no debes dejar que te impida actuar. ¡No puedes permitir que los sentimientos dicten tu vida, pues son volubles!, en cambio la fe, ¡se mantiene firme como una roca! La fe te lleva a la acción, a pesar de cómo te sientas. La Palabra de Dios es verdad; aférrate a ella. Santiago nos exhorta diciendo: “Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros." Santiago 4:8. Si eres obediente y lo haces, a pesar de cómo te sientas, entonces experimentarás la verdad de ello.
¿No sintió también Jesús, al menos una vez en su vida, que Dios lo había abandonado? (Mateo 27:46) Recuerda, también, que Dios ha dicho que Él habitaría en la oscuridad. (1 Reyes 8:12) ¡Él estará contigo cuando atravieses los tiempos oscuros! Ve en contra de tus sentimientos, o la falta de ellos, y toma la Biblia con una oración para tener un corazón abierto a la Palabra, y el alimento espiritual te fortalecerá. ¡Lucha por tu fe! Ama y sirve a Dios por tu propio bien, no por tus sentimientos o por lo que puedas obtener de él. Entonces tu relación con Él será más fuerte.
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis… y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad." Jeremías 29: 11,13-14. ¡Lucha como un buen soldado de Jesucristo, pues Él ha dado su vida por ti en particular, y Dios en su amor y fidelidad, sin lugar duda, te concederá y dará el gozo de la fe y la salvación!
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.