¿Qué haces con tu Biblia?

¿Qué haces con tu Biblia?

Cada año se venden más de 100 millones de Biblias en todo el mundo. ¿Cuántas de estas son en realidad leídas? ¿Qué significa la Biblia en tu vida y en la mía?

Cada año se venden más de 100 millones de Biblias en todo el mundo. ¿Cuántas de estas son en realidad leídas? ¿Qué significa la Biblia en tu vida y en la mía?

¿Qué hacemos nosotros con nuestra Biblia? Y más importante aún: ¿Qué debería hacer la Biblia con nosotros?

El Salmo 119 nos habla bastante acerca del propósito de la Biblia – la Palabra de Dios – en nuestras vidas.

Salmos 119, 8: «¿Con qué limpiará el joven su camino?» ¡Qué  pregunta más importante! La respuesta concreta viene inmediatamente después: «Con guardar tu palabra.» Hay toda clase de decisiones que deben tomarse en la vida diaria. ¿Leemos nuestra Biblia para buscar sabiduría, y para encontrar la brújula de nuestra vida allí? Si lo hacemos entonces podremos mantener nuestro camino limpio.

La Biblia: Una lámpara y una luz

Salmos 119, 105 compara la Biblia con una lámpara: «Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.»

Nadie comienza a caminar por un camino desconocido y estrecho, con todo tipo de curvas, arpones y peligros, en medio de la noche y en absoluta oscuridad. ¡Esto es extremadamente peligroso! ¿Logramos entender, tú y yo, lo importante que es tener una lámpara para nuestros pies y una lumbrera para nuestro camino cuando se trata de nuestro camino por la vida?

Jesús utiliza el ejemplo del sembrador. «La semilla es la palabra de Dios.» (Lucas 8, 11). La palabra es sembrada en nuestro corazón cuando la leemos o escuchamos. A continuación, Jesús explica que debemos trabajar conscientemente en guardar la Palabra de Dios en un corazón noble y bueno, en todas las diferentes situaciones y pruebas de la vida diaria. Porque si creemos en la palabra, y somos obedientes a lo que está escrito, entonces la palabra comienza a llevar frutos en nosotros y a ser determinante para toda nuestra vida.

Pablo escribe dos cartas al joven Timoteo. Él destaca lo importante que es que la palabra haga un trabajo en Timoteo.

1 Timoteo 4, 16: «Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.»

Timoteo no recibió instrucciones de cómo podía predicar la Biblia más grandiosamente. Pablo le dice, «Timoteo, compara tu vida con la Palabra de Dios. Y no sólo por un día o una semana. Mantente, y persiste en ello. Porque entonces la Palabra de Dios hará un obra de salvación en ti. Y tus palabras también obrarán para que otros sean salvos.»

2 Timoteo 3, 15-17: «… y desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.»

¿Es tu Biblia y mi Biblia realmente una de las que es leída entre las millones de Biblias que se venden cada año? ¿Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, y que podemos encontrar luz, fuerza y sabiduría para la vida en ella? ¿Qué hacemos nosotros con nuestra Biblia? Y más importante aún: ¿Qué debería hacer la Biblia con nosotros?

Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.