¿Qué es la iglesia sin el mensaje de la cruz?
Esta comprensión básica y fundamental del evangelio cristiano, es la que crea crecimiento y une al cuerpo de Cristo.
La cruz destruye la enemistad
Nada ha causado más escándalo o ha sido de bendición en este mundo que la cruz. Cristo llevó su cruz pacientemente, y lo hizo triunfante sobre principados y potestades, y le dio una educación de Príncipe.
Durante mucho tiempo, los judíos habían nutrido un profundo odio hacia los gentiles. Pero por la cruz, Jesús – en Su carne – abolió esta enemistad y en Él hizo un hombre nuevo de los dos, haciendo así la paz. Él reconcilió a los dos en un cuerpo con Dios, a través de la cruz, matando así la enemistad. (Efesios 2: 14-18)
Si dos tan grandes contrates, judíos como gentiles se hicieron uno en ese cuerpo, entonces, ¿cuánto más deberán fundirse dos gentiles en ese mismo cuerpo, que es la iglesia? Esto es a través de la cruz y en ninguna otra parte.
En la cruz muere el pecado en nuestra carne
Dios ama la cruz, por eso permitió que su Hijo unigénito la llevara toda su vida. La cruz da mejor enseñanza que las mejores escuelas, porque la enseñanza de las escuelas, sirve solo para esta vida; pero el entrenamiento de la cruz nos beneficia en esta vida y en la venidera. El diablo puede aceptar todo excepto la cruz. Es lo peor que se puede ofrecer a sus hijos, quienes quieren hacer el bien, siempre y cuando puedan evitar la cruz. La única ofrenda que dio la viuda estaba unida a la cruz, por eso ella pudo dar más que todos los otros que dieron solo de lo que les sobraba. (Lucas 21:1-4)
El Espíritu de Dios nos lleva a la cruz; Cristo fue el primero en ir en este camino, por eso somos llevados en este mismo camino. Cristo se ofreció a sí mismo por el poder de un Espíritu eterno, y podemos entregarnos siempre en la muerte por el poder del Espíritu de Cristo. De esta forma, somos formados para ser iguales a Cristo en Su muerte.
La cruz se une con la sabiduría de Dios
Pablo predicó por primera vez el evangelio a los Gálatas en la debilidad de su carne, le recibieron como a un ángel de Dios y se habrían sacado los ojos para dárselos a él. (Gálatas 4: 13-15) Sin embargo, cuando la cruz había hecho su trabajo en el apóstol y regresó a los Gálatas, habló de tal manera que ya no podían soportar, y se vio obligado a decir: "¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad?" Gálatas 4:16.
Esta misma lección, también aprendemos. Lo primero que uno recibe cuando nos convertimos, son muchos amigos; pero, cuando tomamos y cargamos la cruz que Dios nos da, esos amigos se convierten en nuestros enemigos. Si quitamos la cruz del cristianismo, entonces el mundo puede disfrutar del cristianimo por su entretenimiento social y religioso, lo cual da a la carne abundantes beneficios y deleites.
Pablo experimentó algo muy diferente. La cruz lo condujo a un punto donde se sentía como el mas pequeño, como sentenciado a muerte; pues llego a ser un espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. (1 Corintios 4: 9) Él era un tonto por causa de Cristo, pero los corintios eran sabios, como sus descendientes en la actualidad. Nadie sabe mas que un tonto. Él tonto sabe de todo, y es rápido para decir lo que sabe y esta dispuesto a ir a donde sea que pueda para demostrar su idiotez, lo cual él llama sabiduría. Él también cree que es sabio en Cristo, por eso siente que es fuerte y poderoso.
Pablo, sin embargo, era débil. La cruz le había demostrado que todo su conocimiento, incluso el que había recibido a los pies de Gamaliel, era basura desechable, en comparación al conocimiento de Dios que más tarde recibió, en y por el Espíritu Santo. Los Corintios eran honrados, mientras que el apóstol deshonrado. La cruz nos hace deshonrosos. Si alguien no ha calculado los costos, calcúlelos ahora. ¿Estás dispuesto a perder todo tu honor por la cruz? ¿Estás preparado para estar unido con tu Señor y Maestro en deshonra? ¿Estás preparado para limpiar todas las viejas doctrinas, todos los prejuicios y toda vieja levadura, para que así, Dios haga de ti una nueva masa? (1 Corintios 5: 7)
La cruz produce vida por la muerte
Mira el cristianismo que desprecia la cruz, y te darás cuenta de que no es viable. Que no te da vida. ¿De que sirve hablar en lenguas, profecía, e interpretación de lenguas, o cualquier don que uno pudiera mencionar, cuando la cruz no está? Mira los diferentes grupos y asambleas alrededor del país, y encontrarás que muchos se están desvaneciendo a causa de los líderes que no han predicado de la cruz. Toda clase de perversión y libertinaje se predica en lo oculto, ¿y por qué? La gente odia la cruz, y el resultado: disipaciones.
Es hora de despertar y tomar esto en serio, porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios – con nosotros (1 Pedro 4:17) Este comenzará desde el interior del santuario, si alguien piensa que está "dentro", entonces debe ser juzgado como aquel que está en el "interior." (1 Corintios 5:12) El Señor está haciendo una obra en nuestros días, empezando desde el interior y hacia afuera, de modo que sea una obra de Él y no del hombre.
Dios ha soportado ya lo suficiente este cristianismo vacío – sin cruz. Ahora Él permite que el evangelio de la cruz – el verdadero evangelio – una vez más ocupe el lugar que le corresponde, para que estos "desvergonzados predicadores de la libertad" sean afligidos y avergonzados, cuando surja aquello que no han predicado para destruir el trabajo que, sin la cruz esta compuesto solo de madera, heno y hojarasca.
Ya se ha predicado lo suficiente de "libertad," "libertad." Gente religiosa ha disfrutado de esta "libertad," y multitudes la han utilizado profundamente para satisfacer sus propios deseos en la carne. Por eso es hora de que uno empiece a predicar "cruz," "cruz;" pues el momento ha llegado; y Dios está trabajando para que este mensaje sea conocido.
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.