¿Qué es la gracia en el Nuevo Pacto?

¿Qué es la gracia en el Nuevo Pacto?

En Romanos 8 dice que Jesús vino al mundo por causa del pecado. Él vino lleno de gracia y de verdad.

La gracia en el Nuevo Pacto

Hay una gran diferencia entre el Antiguo Pacto y el Nuevo Pacto. Esto se puede ver claramente cuando Jesús trata con la mujer que fue sorprendida en adulterio. Varios la rodearon y querían apedrearla. En el Antiguo Pacto apedrearla hubiera sido el castigo correcto por su pecado. Pero Jesús se inclinó a la tierra y escribió en el suelo. No sabemos lo que escribió, pero puede que haya escrito: “No codiciarás”, dado que este fue también uno de los mandamientos, y ¿quién de los que la acusaban podría declarar haber guardado este mandamiento? Luego de haber escrito en el suelo todos se retiraron, comenzando desde los más viejos. Y entonces Jesús dijo a la mujer: “Ni yo te condeno; vete, y no peques más.” Juan 8:11.

Esta es la verdad y la gracia del Nuevo Pacto. Ya no somos condenados por nuestros pecados, pero ahora ¡vamos y no pecamos más!

Y para eso Dios nos ha dado el Espíritu Santo, ese Espíritu en el que Jesús vivió y venció; ese Espíritu que es más fuerte que el espíritu que está en el mundo. Es a través de ese Espíritu que nosotros también podemos vencer, tal como Él venció. Y no solo eso, sino también como está escrito: "¡nos sentaremos en el trono juntamente con Él!" (Apocalipsis 3:21).

Un camino nuevo de regreso a Dios

Ahora vemos la razón de por qué Jesús vino a la tierra. En el Antiguo Pacto, no podían vencer al pecado porque el deseo y la codicia eran algo interno. La ley solo podía condenar el pecado cuando salía del cuerpo. No podía hacer nada contra la misma codicia. De esta manera, el deseo (la codicia) entraba en el corazón y hacía que su corazón se volviera impuro. A causa de esto ellos necesitaban sacrificar una y otra vez para recibir perdón. La ley era muy débil, y es por eso que no era rentable cuando se trataba de vencer al pecado. (Romanos 8:3).

Pero Jesús dijo: “¡Yo soy el camino, y la verdad, y la vida!” Juan 14:6. Él abrió un camino nuevo y vivo por el que podemos andar; un camino de regreso a Dios. La gracia en el Nuevo Pacto es que ahora podemos venir a Él y recibir victoria sobre el pecado, con la intención de que ya no tengamos que caer una y otra vez, ni pedir por gracia cada vez que caigamos, esto es, pedir para ser perdonados por nuestros pecados.

Cuando Jesús dio el Sermón del Monte, y los mandamientos, no fue solo para que supiéramos que somos pecadores. En Romanos 7 está escrito que el conocimiento del pecado vino a través de la ley. Entonces, necesitamos aprender que somos pecadores. Así es como podemos venir a Jesús, y recibir perdón de los pecados. Pero Jesús no solamente murió por nuestras transgresiones, sino que también fue alzado para nuestra justificación. Hemos sido reconciliados por la muerte de Jesús, y ahora, ¿cuánto más seremos salvos por Su vida?

Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” Romanos 5:10.

Salvos por Su vida

Ser salvos por la vida de Jesús significa que nosotros también podemos aprender a vivir la misma vida victoriosa que Él vivió. Y para esto necesitamos gracia. Pero ¿qué es la gracia sin la verdad? ¿y para qué quieres usar la gracia si no quieres saber la verdad? La verdad es la que nos muestra el pecado en nuestra carne, y lo reconocemos en fe para poder vencer por la gracia.  Necesitamos gracia si queremos guardar los mandamientos a pesar de los deseos que tenemos dentro de nosotros, esto para que la vida de Jesús también se pueda manifestar en nosotros.

Llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.” 2  Corintios 4:10.

Este es el misterio de la piedad. Aquellos que vencen a través de la gracia ven esto. Luego se regocijan y reciben resultados bendecidos en su vida, con victoria en todas las situaciones.

Cuan bueno es cuando todas las contiendas, divisiones y todo lo que es perversidad están bajo nuestros pies; cuando lo que nos motiva es el amor. A través del amor podemos llegar a más conocimiento y sabiduría, y asimismo podemos hacer las cosas mejor y mejor para los otros. Este es nuestro gozo y nuestra gloria, como resultado de que Jesús dio su vida por nosotros. Esta es la gracia en el Nuevo Pacto.

Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.