El revolucionario conocimiento que puede cambiar tu vida por completo
¿Estás listo para escuchar la verdad?
“Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo…” Filipenses 3:8.
El conocimiento de Cristo Jesús tiene un efecto revolucionario
“Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento…” Oseas 4:6. El conocimiento de Dios es la luz de Dios. Por medio de la revelación del Espíritu, Pablo recibió este precioso conocimiento de Cristo Jesús, el cual supera todos los demás conocimientos. Todo lo que había aprendido o admirado en este mundo se convirtió en basura y una pérdida para él.
El verdadero conocimiento de Jesucristo tiene un efecto revolucionario en la vida de las personas, pues pone un fin al amor a este mundo y a las cosas que están en él.
Pablo también oró fervientemente por los Efesios para que los ojos de su corazón fueran iluminados y recibieran el espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento de Él. (Efesios 1:17-18).
El conocimiento de que Jesús murió en el Calvario como expiación por los pecados del mundo es bien conocido. Sin embargo, el camino por el cual Jesús anduvo, desde que aprendió a discernir entre el bien y el mal en su niñez, hasta que exclamó en la cruz: “¡Consumado es!”, es menos conocido y raramente se predica.
El camino por el cual Jesús anduvo
El camino se abrió a través de Su carne. (Hebreos 10:20). Y ahora nosotros podemos ir confiadamente en el mismo camino hasta el santuario. En el antiguo pacto era imposible para una persona negarse a sí mismo y mantener una conciencia perfecta. (Hebreos 9:9-10). Esto sería igual de imposible hoy en día si el pecado en la carne, contra el cual la ley no tenía poder, no hubiera sido condenado a muerte en Jesús. (Romanos 8:3).
Pero alabado sea Dios que el pecado en la carne también puede ser condenado en nosotros por medio de la fe en lo que sucedió en Cristo. La vida de Jesús puede ahora manifestarse en nosotros en la misma medida que llevamos en nuestros cuerpos la muerte de Jesús sobre nuestra propia vida. Así es como nos hacemos participantes de la naturaleza divina y como somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen de Jesús. (2 Corintios 4:10; 2 Corintios 3:18; 2 Pedro 1:4).
Gracias al poder de un Espíritu eterno, Jesús siempre pudo decir: “no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Lucas 22:42. Y lo mismo podemos decir nosotros con el poder del mismo Espíritu; de este modo nos negamos a nosotros mismos cada día, tomamos nuestra cruz y seguimos sus pisadas, y al final, llegaremos a donde está Él en su gloria. (Lucas 9:23).
Lo imposible ahora es posible
Lo que era imposible en el antiguo pacto se ha convertido en algo posible en nuestro tiempo. Ahora podemos ser preservados completamente perfectos de acuerdo a nuestra conciencia; podemos recibir el mismo Espíritu que Jesús tenía durante su estancia aquí en la tierra cuando venció en cada tentación. Si nosotros, en este mismo Espíritu, vencemos como Él venció, nos sentaremos en tronos junto con Él. (Apocalipsis 3:21.) Si sufrimos con Él y soportamos la tentación, también seremos glorificados junto con Él y heredaremos todas las cosas junto con Él. (Hebreos 2:18; 1 Pedro 4:13; Romanos 8:17).
Cuando los ojos de Pablo se abrieron a este tan bendecido camino de la cruz y camino de negarse a sí mismo que lleva directamente al trono del Padre y del Hijo, corrió como si uno solo ganara el premio. Y mientras estaba en la tierra, también animó a todos y cada uno a correr esta carrera. Y no solo eso, sino que exhortó a todos, día y noche, a abandonar todo lo propio y a vivir una vida temerosa de Dios, guardando el mandamiento puro e irreprensible hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo. (1 Timoteo 6:11-14).
La verdadera luz y el correcto conocimiento de Jesucristo están ahora irrumpiendo en la oscuridad de la incredulidad en estos días. Y por eso será imposible impedir que esta luz brille. Por supuesto, aquellos que se sienten cómodos en la semioscuridad religiosa causarán un considerable alboroto cuando la luz brille; tratarán de apartarla sosteniendo que es una falsa doctrina y un espíritu duro y que juzga. Pero, de hecho, es muy cierto que la luz juzga y que el verdadero conocimiento de Cristo se convertirá definitivamente en una falsa doctrina para todos aquellos que quieran vivir para sí mismos. Sin embargo, los justos se alegrarán mucho cuando la luz surja en sus corazones.
Este artículo ha sido traducido del noruego y publicado por primera vez con el título “El conocimiento de Cristo Jesús” en la edición de Skjulte Skatter (Tesoros Escondidos) en febrero de 1939.
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.