¡No hay dificultades!
«Las pruebas» no son lo mismo que «las dificultades». ¡Las dificultades de hecho no se mencionan en la Biblia!
Muchos creen que las «pruebas» y «tribulaciones», como está escrito en la Biblia, son lo mismo que las «dificultades», ¡sin embargo son completamente diferentes!
Las tribulaciones y pruebas nos muestran, siendo receptivos, y demuestran con extrema precisión cómo está con nosotros – en todo momento – y son una de las cosas más importantes que existen. Entonces recibimos una evidencia clara de lo mucho que tenemos de Dios, y lo mucho que no tenemos de Dios.
¡Por el contrario, en toda la Biblia no hay una sola palabra acerca de las dificultades o complicaciones! No hay en la Biblia, pero si en las personas, porque no creen lo que está escrito en la Biblia.
Las dificultades surgen cuando reacciono de manera diferente a como la palabra de Dios, que es Su voluntad, dice que tengo que hacerlo. Tomo las cosas de manera equivocada, reacciono erróneamente. No hay nadie, y nada de lo que los demás hacen o dicen, o que no hacen y no dicen, que pueda crear dificultades para mí o para ti. Las dificultades son expresamente el hecho que tomo las cosas de manera equivocada. Por lo tanto, esto significa que nadie puede crear dificultades para ti, esa es una idea falsa total, no es cierto, es una mentira. ¡Nadie puede crear dificultades para ti, o hacerte daño! ¡Nadie puede ser un obstáculo para ti!
Ningún hombre puede causar que seas infeliz – esto yo mismo lo gestiono al no tomar las cosas exactamente según la palabra de Dios. Cuando uno, como por desgracia muchos hacen, habla y se queja y lamenta sobre sus dificultades – no hace falta decir que piensan que los demás han creado sus dificultades.
Pero, ¿Qué hacen ellos sin querer?, hacen que todo el mundo se entere que han tomado las cosas de manera equivocada – que no fue eso lo que quisieron decir. En realidad, están declarando que no viven según la palabra de Dios, y por eso toman las cosas de manera equivocada. Y esto sencillamente es una completa y radical ayuda que para siempre puede terminar con las dificultades.
Es necesario preguntarse si es posible reaccionar de forma correcta en todo sin excepción, ¿es posible para mí tomar las cosas de manera correcta sin excepción? Sí, todo es posible para el que cree.
Todo es posible para el que lee y ve exactamente lo que está escrito, y cree de todo corazón en eso, y lo ama y permanece allí para estar el resto de la vida – no espero que va a ir un poco mejor en el transcurso de unos años.
Romanos 8,28 confirma 100% lo que se ha dicho. «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.» En otra traducción está escrito: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan para lo mejor.» — Todas las cosas es todo lo que pasa, todas las personas, los buenos amigos o malos amigos, adversarios y enemigos, injusticias y malos tratos – todas las cosas. Dios mueve los hilos y obra para que todas las cosas nos ayuden para lo mejor.
Todos los que hablan sobre dificultades, o bien creen que tienen dificultades, no creen en este versículo.
Todo pecado y falta de luz viene del hecho que uno no ve exactamente lo que está escrito, y no creemos como un niño pequeño que ni siquiera sabe dudar. Que no tiene una sola gota de preocupación, ni una sola gota de descontento – que vida más llena de alegría, entonces uno disfruta sin parar. ¿Qué voy a hacer cuando alguien haga algo malo en contra mía? Está claramente escrito como el abecedario – vence con el bien el mal, está escrito. Es por la fe que podemos vivir según la palabra de Dios.
Las tentaciones surgen a través de las tribulaciones y pruebas, a través del mal y cosas insoportable, etc. que uno encuentra en su camino – entonces soy tentado a algo. «No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana.» 1 Corintios 10,13. Por lo tanto, esto es algo que jamás ha sucedido, está escrito. A todo lo que un hombre es sometido, Dios lo ha determinado para que tenga la capacidad de soportarlo. Cuando tomo las cosas de forma correcta, entonces va excelente.
Lo normal es que uno piense que las tribulaciones son de larga duración e incluso insoportables – así de mal puede ir con nosotros porque no creemos en la palabra de Dios. «Porque esta leve tribulación es momentánea.» 2 Corintios 4, 16-18. Aleluya, es leve está escrito, la cuestión no es acerca de lo que crees. Si piensas lo contrario, es porque no crees en esta palabra. Todas las tribulaciones son momentáneas, y todas son leves.
¿Qué pues haremos hermanos? Creer en la palabra de Dios. Seguir fielmente esto – sin excepción. Las personas creen rápidamente que en este caso las cosas son diferentes. ¿Has escuchado a alguien así de descarado? – cuando me concierne, entonces la Palabra ha de entenderse de manera diferente. Esto es impiedad, es horrible.
Uno en pocas palabras ha escuchado a Satanás en lugar de la palabra de Dios. Entonces en el verso 18 se da la condición, «no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven.» Aquí es donde reside el problema, uno no está cumpliendo con la condición.
Uno está tan ocupado con lo presente, de cómo son las situaciones. Cuando uno lo tiene así y lo tiene difícil, entonces uno simplemente olvida que Dios vive. No tomo a Dios en cuenta, no tomo la eternidad en cuenta, no tomo la salvación de la propia alma en cuenta – uno solo se ciega cuando mira lo que está pasando – en pocas palabras está ocupado de los demás. Esto es impiedad.
Las dificultades las crea uno mismo al no vivir según la palabra de Dios, y no solamente al no vivir según la palabra de Dios, sino también al no pensar en lo que voy a hacer.
Uno puede dar explicaciones hasta ponerse azul, pero el hecho es que tienes exigencias hacia los demás. Exigir es del diablo, pero amar, servir y dar, es de Dios. Amar a Dios es guardar sus mandamientos. Toma esto y se convertirá en una salvación y progreso indescriptibles, ésta posibilidad está al alcance de todos.
La manera que tomo las cosas lo determina todo, sin excepción. Es posible reaccionar en todas las cosas de tal forma que mi felicidad al final sólo aumenta, esto es lo que hace la diferencia – en todas las cosas que suceden – no importa en la situación que me encuentre.
Nunca es culpa de alguien más o de otra cosa que vaya tan mal conmigo, simplemente este no es el caso, y nunca lo ha sido. Mucha suerte en este camino perfecto de la felicidad.
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.