Mi lista de “cosas que quiero hacer” en esta cuarentena
Mientras atravesamos por esta difícil etapa en la historia de la humanidad, decidí hacer una lista de cosas que quiero hacer y que considero importantes para mí en este tiempo.
La pandemia COVID-19 ha traído muchísimos cambios por todo el mundo y nos ha limitado de muchas maneras. Sin embargo, también trae oportunidades especiales que no siempre tenemos. Realmente quiero utilizar este tiempo para sacarle el máximo provecho. Aquí está mi lista de cosas que quiero hacer en estos días tan desafiantes:
1. Confiar en Dios el día de hoy y todos los días
En proverbios 3:5-6 dice: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.” En estos días, donde las cosas cambian rápidamente y muchas otras son inciertas, puedo elegir confiar en que Dios está cuidando de mí, que me ama y que todo lo que envía es para mi bien – incluyendo las pruebas. No puedo comprender con mi propio entendimiento como las pruebas son lo mejor para mí, pero puedo orar a Dios y pedirle que me muestre que es lo que puedo sacar de provecho de cada situación.
Cuando humildemente le pido ayuda en mis situaciones cotidianas, Él me guiará y me dirigirá poco a poco. Puedo tomar la decisión de que eso es lo que voy a creer y me voy a mantener firme sin importar lo que pase. Confiar en que Él me está guiando me da la fuerza y la capacidad de atravesar las pruebas que tengo y hace más profunda mi relación con mi Padre en el Cielo.
2. Ser libre de la irritación
Con la mayor parte del mundo entrando en cuarentena en algún punto, muchos de nosotros estamos pasando más tiempo en casa. Si vivimos con otros, ya sea con la familia o algunos compañeros, pasar largos lapsos de tiempo juntos puede subir la tensión y ser algo irritable porque hay desacuerdos o diferentes maneras de ver las cosas.
Pero esto también trae consigo oportunidades muy especiales. Puedo pasar los días irritándome y quejándome por todo lo que me molesta, y tal vez diciendo vehementemente todas mis frustraciones; o puedo reconocer que solo hay una cosa de la cual tengo el control, y eso es el pecado que mora en mí. Es necesario que venza sobre esa irritación y ore para que pueda amar a los demás, necesito pedir tener sabiduría para poder hablar de nuestras diferencias de una buena manera para que así nuestra relación se fortalezca.
3. Orar por los líderes en mi país
Los gobiernos de los distintos países han abordado la situación del coronavirus de diferentes maneras. Los líderes de repente se han visto en la necesidad de ser responsables directamente de la salud y el bienestar de naciones enteras, además han pasado incontables horas en reuniones y creando políticas para preservar a sus países. Se están enfrentando a enormes incógnitas en la lucha contra la pandemia, y deben confiar en los mejores conocimientos de sus consejeros. Ya sea que esté o no esté de acuerdo con sus decisiones, hay una cosa extremadamente importante que puedo hacer, y es lo que está escrito en 1 Timoteo 2:1-2 que debemos orar por los que están en eminencia.
Aún, aunque esté en casa todo el tiempo, todavía puedo ser parte de este importante trabajo. Puedo orar para que Dios le dé a los líderes sabiduría para que entiendan que deben tomar decisiones humildes y efectivas que sean las mejores para su gente y su país.
4. Practicar la humildad
Ayer por la tarde salí y me sorprendí de lo pacíficas y vacías que estaban las calles. Esto me hizo pensar mucho en las guerras mundiales, donde los enemigos eran muy visibles, por ejemplo, cuando lanzaban bombas desde el cielo. COVID-19 es más bien un enemigo silencioso. En Canadá, donde yo vivo, todavía no ha alcanzado su punto máximo y puede ser difícil de creer que realmente exista algún peligro. Pero cuando leo las noticias y escucho los anuncios que hace el gobierno, puedo ver cómo el virus ha afectado a las personas en otros países. Cuando el gobierno crea directrices como “Quédate en casa lo más que puedas”, puedo egoístamente continuar viviendo mi vida de la manera en que yo quiero, o puedo humildemente confiar en que el consejo que se nos está dado es lo mejor para mí. Cuando soy humilde y hago lo que se me dice, entonces también estoy ayudando a los que me rodean, aunque no entienda completamente el impacto de mis decisiones.
5. Aprovechar al máximo mi tiempo
Con mucho más tiempo libre, ahora tengo diferentes maneras de cómo utilizarlo. En el Salmo 139:16 dice que Dios preparó obras para nosotros desde antes de la fundación de la tierra. La pregunta es si puedo encontrar estas obras, especialmente en este tiempo tan especial. Pasar tiempo en cuarentena crea oportunidades para ser creativo y nos da ideas para bendecir a los demás. Tal vez no puedo visitar a mi familia o a mis amigos, pero ¿cómo puedo bendecirlos de otras maneras? Quizás mi vecino es mayor de edad y necesita provisiones, lo que puedo hacer es salir y hacer un viaje para conseguirlas. Quedarme en casa no significa que no pueda platicar con alguien por videollamada, escribir una nota o crear algo especial.
Quedarse en casa da una inmensa oportunidad de buscar a Dios. Puedo leer mi Biblia u otra literatura y puedo pasar mi tiempo orando por mí y por los otros. Al acercarme a Dios en este tiempo, mi fe puede ser fortalecida y puede prepárame para los tiempos venideros.
La pandemia COVID-19 no durará para siempre (aunque a veces es difícil de creer). Hay muchas preguntas sin respuesta, y nadie sabe realmente las respuestas por ahora. Sin embargo, hay una pregunta sobre la que yo tengo control total: ¿Cómo utilicé mi tiempo? Si pienso en esta pregunta todos los días, cuando este tiempo termine, ¡sabré qué utilicé cada oportunidad que tuve para lo mejor!
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.