Dejando de lado tus caminos y tus pensamientos
Dios dijo: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos.” ¿Pero siempre tiene que ser así?
“Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.” Isaías 55:7-9.
No podemos entrar en el camino nuevo hasta que hayamos dejado de lado lo viejo. Los pensamientos pueden ser muy a menudo bastante problemáticos cuando salen de donde están escondidos.
Satanás no dejará ir tan fácilmente a una persona, y es por eso que viene con muchas de sus acusaciones. El camino pecaminoso por el cual muchos han ido ha dejado muchas huellas profundas de injusticia, mentira, impureza, avaricia, altivez, desánimo y todo lo demás que está cubierto con la palabra “pecado.”
Deja de lado tu camino: Deja tus pensamientos
No puedes dejar de lado tu camino sin haber dejado tus muchos pensamientos, y para poder ser liberado de estos trenes pecaminosos de pensamientos y malos hábitos, tienes que luchar la batalla de la fe. Dios te perdonará abundantemente si tú con toda rectitud te conviertes realmente y quieres verdaderamente abandonar este mal camino y todo mal pensamiento.
Es entonces que Él nos guiará por el camino nuevo con pensamientos buenos y nobles que solamente son puros y buenos. Tener que cargar con la pesada carga del pecado en tu camino es terrible, pero ser obediente al evangelio trae como resultado una liberación de todo rastro de pecado. Además, también nos hace entrar en un camino nuevo y vivo en el que estamos al servicio de la justicia y la gloria. El fruto de este ministerio es la santificación hacia todas las virtudes de Cristo, y como fin la vida eterna y su gloria. (Romanos 6:22).
Pablo nos exhorta a olvidar lo que quedó atrás y extendernos hacia lo que está delante; a proseguir a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:14).
Por lo tanto, hay esperanza para muchos de compartir este premio.
Este artículo fue traducido del noruego y publicado por primera vez con el título “Forlate sin vei og sine tanker” en la edición de Skjulte Skatter (Tesoros Escondidos) en marzo de 1992.
© Stiftelsen Skjulte Skatters Forlag | ActiveChristianity
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.