¡Mi mejor amigo!
Todas las personas necesitan tener buenos amigos, y muchos van a confirmar que tener amigos es muy necesario para vivir una vida buena.
Un amigo verdaderamente bueno es aquel con el que se comparten pensamientos, sentimientos, deseos, esperanza y fe. Uno puede pedir consejo, ayuda y apoyo en una situación difícil – es aquel que siempre está dispuesto a ayudar, aún allí donde los demás fallan.
Yo tengo un mejor amigo así. Este amigo me ha ayudado más que cualquier otro amigo pudiera haberlo hecho. Hace un tiempo pasé por circunstancias y situaciones que me superaban. Tenía muchas ganas de hacer lo que es correcto y bueno, pero simplemente no lo lograba. Intenté de todo pero nada resultó. No lograba hacer nada de la manera que deseaba hacerlo. Esto terminó siendo una gran carga y molestia para mí. ¡Yo deseaba tanto hacer lo correcto!
Mi amigo lo hizo primero para mostrarme cómo hacerlo
Mi mejor amigo vio mi aflicción, tuvo gran compasión y quiso ayudarme. Él vio que yo tenía tanto deseo de hacer lo correcto. Fue así que mi amigo sabía cómo debía hacerse, por lo tanto decidió hacerlo primero, como un ejemplo para mí, para mostrarme cómo debía hacerse.
Como siempre, cuando se enseña algo, la persona que enseña tiene que instruir a la persona que va a aprender e indicarle cuál es la situación y el punto de partida. Esto lo hace para que el amigo se dé cuenta de los errores que está cometiendo, para que pueda corregirlos y superar sus desafíos. ¡Un buen amigo lo hace porque quiere a su amigo y desea ayudarle, alegrándose de su progreso!
De la misma manera, mi mejor amigo también tuvo que decirme muchas verdades y mostrarme cosas de mi vida que no estaban tan bien y perfectas. Por supuesto me dolió ver esto, pero como no vi ningún otro camino de salida – yo deseaba tanto tener éxito con lo que me había propuesto – entonces simplemente tuve que reconocer que mi mejor amigo tenía la razón. Él me animaba contínuamente y yo sabía todo el tiempo que él me quería mucho. Al reconocer las cosas que me señalaba y escuchando al mismo tiempo sus consejos ¡resultó que ahora yo podía hacer lo que tanto anhelaba!
Creo que es totalmente innecesario decir que esto hizo que yo quisiera mucho a mi amigo y que sintiera mucha gratitud por él, a pesar de las "verdades desagradables" que tuve que escuchar. Sí, yo lo quería tanto que decidí que íbamos a ser mejores amigos para toda la vida y que yo siempre iba a escuchar los consejos que él me daba.
Él me da consejos y me ayuda todos los días
Aún recibo consejos y ayuda de este buen amigo. Cada día él me aconseja y me ayuda en mis circunstancias. Igual que antes, sucede que él tiene que decirme verdades y mostrarme los lados desagradables de mi vida. Cómo ahora sé que lo hace solamente para ayudarme a hacer las cosas cada vez mejor, aprendí a ser más rápido y más solícito para aceptar que él tiene razón y para seguir su consejo. Esto hizo que mi vida valga la pena y que sea mucho más interesante y valiosa que antes.
¿Te preguntas quién es mi mejor amigo? Su nombre es Jesucristo, Él también puede ser tu mejor amigo y enseñarte cómo puedes vivir una vida buena y feliz en esta tierra, para que después podamos estar juntos con él por toda la eternidad. Si estás cansado y aburrido de tu vieja vida y deseas vivir todos los días feliz y contento, ¡entonces escucha su consejo y recibe su ayuda! Yo mismo puedo testificar que ¡él me ayudó para tener una vida feliz, donde cada día es interesante, valioso y gratificante! Y lo mejor de todo es que tengo la esperanza de un futuro maravilloso, incluso después de que esta vida se termine, ¡estaré junto con mi mejor amigo en eterna gloria y felicidad!
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.