Pensamientos de paz, esperanza y futuro
Todos los pensamientos que tiene Dios acerca de nosotros los hombres son de paz, esperanza y un futuro.
"Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis." Jeremías 29:11. Los pensamientos que tiene Dios acerca de nosotros los hombres son exclusivamente positivos. Todos los pensamientos que tiene Dios acerca de nosotros los hombres son para darnos paz, esperanza y un futuro.
Cuando pensamos en el actuar de Dios en la historia de la salvación, vemos que el pensamiento fundamental de paz, esperanza y futuro está en todas partes. Cada uno de los diez mandamientos que Dios dio a través de Moisés fueron con el propósito de darle al hombre solamente paz, esperanza y un futuro.
Los pensamientos de Dios son positivos
Algunas de las promesas vinculadas a los mandamientos testifican claramente acerca de un futuro. "Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra." Efesios 6: 2-3. ¡Robar, matar y cometer adulterio conducen a la intranquilidad, la desesperanza y las malas perspectivas para el futuro! "!Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar", dice el profeta Isaías en Isaías 48:18.
Dios guió al pueblo de Israel a través de muchas tribulaciones y pruebas en su viaje desde Egipto hasta la tierra prometida, no por fastidiar, ni porque tenía pensamientos de mal, sino que "afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien." Deuteronomio 8:16. Dios no estaba dispuesto a hacer el bien sobre el pueblo de Israel sin antes ver que lo que vivía en sus corazones era una voluntad sincera de querer guardar sus mandamientos. Verso 2.
Dios tiene un plan y un propósito para cada ser humano, cada nación y cada pueblo. Podemos ver en la historia del mundo que las guerras y las catástrofes han sido factores que han contribuido a que las personas se vuelvan a buscar a Dios, la salvación, la paz y la reconciliación. "Al pobre librará de su pobreza, y en la aflicción despertará su oído." Job 36:15.
Esto fue lo que los ángeles cantaron a los pastores en los campos de Belén. "…Paz en la tierra, y buena voluntad para con los hombres." Lucas 2:14. Cuando Jesús estuvo en la tierra hizo el bien, sanando a los enfermos y ayudando a las personas en aflicción, y lo hizo para darles a los hombres paz, esperanza y un futuro. Los pensamientos positivos de Dios llevan a la acción. Fue el pensamiento de reconciliación, unos de los pensamientos positivos de Dios, el que hizo que Dios enviara a su Hijo a la tierra, y que Jesús diera su vida en nuestro lugar, ¡una acción que puede darle a la humanidad enormes posibilidades de desarrollo y una perspectiva eterna en el día a día aquí sobre la tierra!
¡La obra más grade de Dios!
Sin embargo, lo más grande de la obra de salvación de Jesús sigue siendo la apertura de un camino nuevo y vivo, que ha hecho posible que nosotros los hombres en carne y sangre podamos vencer el odio y las enemistades, y vencer en nuestra naturaleza que es la responsable de estos conflictos. Sobre los judíos y los gentiles escribe Pablo por ejemplo en Efesios 2:14-17: "Porque él (Jesús) es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,las enemistades, …y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades."
Tomando nuestra cruz cada día, la cruz donde el enemigo en la carne es crucificado, los pensamientos de Dios se harán realidad en nuestra vida – paz, esperanza y un futuro. Los pensamientos que tiene Dios acerca de nosotros se convertirán en los pensamientos que nosotros tenemos acerca de nuestros semejantes – ¡desearles lo mejor aquí en la tierra y por la eternidad!
"Considera al íntegro, y mira al justo; porque hay un final dichoso para el hombre de paz." Salmos 37:37.
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.