Límites establecidos por Dios: El propósito de Dios en nuestras vidas

Límites establecidos por Dios: El propósito de Dios en nuestras vidas

En última instancia, es Dios quien controla los límites en nuestras vidas, con el objetivo de que nos acerquemos a Él.

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Dios quiere acercarnos a Él

Todos nosotros tenemos límites en nuestras vidas, de hecho los experimentamos ya sea geográficamente, en nuestra salud, financieramente y en otros aspectos de la vida. Por diversas razones, estos límites pueden ir cambiando en el transcurso de nuestra vida. En ocasiones podemos hacer esfuerzos para cambiar estos límites y otras veces las circunstancias fuera de nuestro control pueden cambiarlos por nosotros. Sin embargo, es posible desperdiciar una parte importante de nuestras vidas deseando que nuestros límites fueran diferentes, cuando en realidad es mucho más importante cómo reaccionamos dentro de ellos.

Pablo, con la esperanza de llevar a los griegos a Dios, les habló de los límites al ver la multitud de ídolos que adoraban: "Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros." Hechos 17:26-27. En última instancia, es Dios quien controla los límites en nuestras vidas y Su objetivo es que nos acerquemos a Él.

Lo que Job aprendió cuando sus límites cambiaron

Job fue un hombre que experimentó cambios rápidos e importantes en los límites de su vida. Con el consentimiento de Dios, Satanás destruyó todas las posesiones de Job y mató a sus 10 hijos en el mismo día. (Ver Job 1.) Sorprendentemente, esta fue la respuesta de Job: "Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno." Job 1:20-22.

Los límites de Job disminuyeron aún más cuando Dios le dio permiso a Satanás de traerle dificultades físicas: "Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza." Job 2:7. La esposa y los amigos de Job estaban convencidos de que Job había disgustado al Señor, pero Job entendió que debía acercarse aún más a Dios en este tiempo, de modo que después dijo: "De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza." Job 42:5-6. Job aprovechó estos cambios en sus límites para obtener una relación aún más fuerte con Dios.

Una relación cada vez más profunda con Dios

La decisión que tomamos de acercarse a Dios en las pruebas de la vida y los cambios de límites que pueden traer es algo que los héroes de la fe han hecho a través de los tiempos. (Véase el capítulo 11 de Hebreos). Prefirieron con gusto que estos cambios de límites ocurrieran en su vida (tal vez indeseables por naturaleza) para experimentar que Dios "es galardonador de los que le buscan." Hebreos 11:6.

Pablo también expresó cómo aprendió a tomar estas situaciones en su vida: "Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece." Filipenses 4:12-13.

Cuando veamos nuestros límites de esta manera, experimentaremos lo que dijo Jesús: "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado." Juan 17:3. La vida entonces se convertirá en un interesante viaje donde conocemos cada vez más a Dios por medio de nuestras experiencias, el cual hace que todo por lo que pasemos sirva para que tengamos una relación más y más profunda con Él y con su Hijo. Este es el camino que nos lleva a ser cada vez más como Jesús.(Romanos 8:28-29.) Ya no perderemos el tiempo esperando cambios en las cosas temporales que nunca pueden traer verdadera satisfacción, sino más bien experimentaremos una vida celestial que también incluye una genuina comunión con otros que tienen esta misma meta.

Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.