La palabra de la cruz es poder de Dios

La palabra de la cruz es poder de Dios

¿Quieres saber más sobre esta palabra que salva nuestras vidas?

“Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.” 1 Corintios 1:18.

La palabra de la cruz

Después de haber recibido amor por todos los Santos, Pablo oró por los efesios para que los ojos de su corazón fueran alumbrados … “para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Efesios 1:15-23.  

Aquí podemos ver un poco de esos poderes que Dios ha puesto a disposición de los que creen. Si Jesús no hubiera sido fiel a Su Padre hasta el final; si no hubiera sido obediente en todas las cosas, entonces la carne que heredó de su madre se habría manifestado. Pero Él dijo: “no se haga mi voluntad, sino la tuya. Lucas 22:42. Y fue justamente la cruz la que hizo surgir ese poder de Dios en su interior. Él también tuvo que vivir por la fe, por eso es llamado el autor y consumador de la fe (Hebreos 12:2). Si Jesús hubiera cedido tan solo una sola vez a esa carne no habría podido consumar la obra que hizo y la sabiduría de Dios no hubiera salido de Él. Lo que quiere decir que, Dios no habría podido darle el inmenso poder que le dio para levantarlo de la muerte si se hubiera entregado al pecado tan solo una vez. Y este poder que resucitó a Jesús es efectivo y está activo dentro de nosotros los que creemos (Efesios 1:19). 

Toda gira en torno a la cruz. Es por medio de la cruz que el poder y la sabiduría de Dios se manifiestan. La obra que se consumó en la cruz del Calvario es una cosa. Satanás no calculó bien las cosas cuando colgó a Jesús en la cruz, él pensaba que había recibido la victoria cuando Jesús murió, pero en realidad lo que ocurrió fue que la obra fue consumada. Lo que significaba que Jesús podía entregar Su Espíritu al Padre, completamente puro, después de haber pasado por todo lo que un ser humano puede pasar aquí en el mundo. Y a través de todo eso, Su Espíritu nunca fue contaminado por nada de lo que había en su carne. Esa es victoria; ese es el mensaje de la cruz.  

Crucificado con Cristo 

Así pues, hemos sido llamados a sentarnos en tronos junto con Jesús y a vencer como Él venció, así está escrito en Apocalipsis 3:21. Por lo tanto, la palabra de la cruz necesita tener un efecto en nuestras vidas todos los días. Jesús habló de una cruz que Él tomó cada día, por lo cual nosotros también tenemos que hacer lo mismo en nuestras situaciones diarias, en relación con nuestros hijos, nuestro cónyuge, nuestros hermanos y hermanas y con nuestros colegas. Necesitamos estar crucificados juntamente con Él.  

Lectura adicional: ¿Qué significa estar crucificado con Cristo? 

Pablo da el testimonio más poderoso que se puede leer en la Biblia cuando dice: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí…” Gálatas 2:20. La vida que Pablo vivió, la vivió en la fe en Dios, quien lo fortaleció, quien lo ayudó y quien estuvo con él todos los días. Ese es el mismo Dios – Jesús – que nosotros seguimos. Esa es la palabra de la cruz que predicamos. Y esta es también la manera en la que el poder y la sabiduría de Dios vinieron sobre la iglesia, la cual es Su cuerpo. Y es Jesucristo nuestro Señor quien lleva todas las cosas a Su plenitud. (Efesios 1:23). 

Creamos en la palabra de la cruz, la cual es la muerte a mi propia voluntad; muerte sobre mis propios deseos, y muerte sobre todo lo que tenga que ver con buscar lo propio y mi egoísmo. Cuando vivimos una vida crucificada, entonces la vida de Jesús comienza surgir y el amor es derramando abundantemente en nuestros corazones. Ese mismo amor en el que Jesús vivió y camino aquí en la tierra. 

Este artículo esta inspirado en una prédica de Kåre J. Smith del 26 de mayo de 2020. 

Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.