Jesús quiere ser tu Buen Pastor
¿Le estás permitiendo a Jesús ser tu pastor? ¿O todavía estás tratando de controlar tu propia vida?
Jesús, el Buen Pastor
Jesús dijo en Juan 10:11: “Yo soy el buen pastor”, y Él realmente lo es, ¡pero no para todos! ¿Quiere Él ser un buen pastor para todos? Sí, yo creo que sí, y es por eso que murió por los pecados de todo el mundo y no solo por el de algunos pocos. Pero la verdad es que la mayoría de las personas no quieren tener a Jesús como su pastor en esta vida, sino que prefieren estar en el asiento del conductor.
Entonces te puedes preguntar: “¿De quién es Jesús pastor?” O: “¿Quiénes son sus ovejas? Son aquellos que lo han entregado todo para ser Sus discípulos. “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.” Lucas 14: 26-27,33. Todos los que pagan este precio califican para ser discípulos de Jesús, o también podríamos decir, estudiantes. “El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro” Lucas 6:40.
¿Realmente dice que puedo ser como Él? Sí, eso es exactamente lo que dice el versículo. Lo cual también va de acuerdo con lo que está escrito en Romanos 8: 28-29. "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos." ¡Piensa en tener un pastor, un guía y un maestro que pueda enseñarnos a usar todas las cosas para que nos ayuden a crecer espiritualmente, tanto de día como de noche!
Jesús es el mejor Pastor
La tarea de un pastor es cuidar, proteger, alimentar y albergar a las ovejas y Jesús es el mejor haciendo esto. “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.” Jesús, que vivió, respiró y caminó en esta tierra sabe exactamente lo que debe evitarse y lo que es bueno para nosotros. ”En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.” Salmos 23:2 Jesús nos lleva a lugares donde hay verdadero alimento. “Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.” Juan 4:34.
También encontramos este verdadero alimento espiritual al hacer la voluntad de Dios. Nuestro hombre interior se vuelve más y más fuerte cuando obedecemos y hacemos lo que Jesús habla en nuestros corazones (Hebreos 5:9; Santiago 1:25); y también sacia nuestra sed más profunda. ”En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. Él que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.” Juan 7:37-38. En Mateo capítulo 4 leemos como Satanás atacaba a Jesús con tentaciones, pero Jesús siempre usó la Palabra de Dios para silenciarlo. Él nos enseña a hacer lo mismo para que experimentemos nosotros mismos lo que está escrito en Romanos 16:20. ”Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies.” En el camino a Emaús, cuando los discípulos escucharon a Jesús, sus corazones ardieron dentro de ellos y es lo mismo hoy cuando escuchamos la voz de nuestro bendito Señor y Salvador a través de Su Palabra.
Aprende de Jesús, tu Pastor
Cuando las ovejas son jóvenes, Jesús el Pastor es feroz para defenderlas y protegerlas. Pero cuando comienzan a crecer y madurar, Él es fiel en enseñarles a defenderse contra toda forma de maldad. En estos días, aquellos que se llaman a sí mismos cristianos son en su mayoría perezosos y realmente quieren que Jesús haga todo por ellos. Están muy felices con el hecho de creer en Él, siempre y cuando ellos no tengan que levantar su propia cruz y seguirlo. ”Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente” Tito 2:11-12. Sí, la gracia que está en Cristo Jesús es enseñarnos a negar toda forma de maldad, y no solo a negarla, sino a vencerla.
Jesús da una invitación a todos los que anhelan una vida de victoria sobre todo el pecado: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Mateo 11: 28-30.
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.