Hipocresía – ¿es simplemente así la vida?
En mi falda tengo un libro abierto que trata del cristianismo. Miro y leo estas líneas: «las tres percepciones más comunes del cristianismo actual, (…) hipocresía».
En mi falda tengo un libro abierto que trata del cristianismo. Miro y leo estas líneas: «las tres percepciones más comunes del cristianismo actual, (…) hipocresía».
Las frases me recuerdan cuando yo tenía 14-15 años, luego de haber leído acerca de la hipocresía en la Biblia. Mientras que miraba a las personas alrededor mío tuve que pensar en esto una y otra vez. Las preguntas crecían en mi interior, y formulé una carta en mi mente, una carta que nunca sería enviada:
A quien corresponda,
Recientemente leí en la Biblia acerca de la hipocresía, de las personas que dicen una cosa pero hacen otra. Pero a mí me parece que la mayoría alrededor mío, cristianos y no cristianos, son hipócritas en mayor o menor grado. Y a medida que el tiempo pasa parece que entiendo cada vez más porque la gente es así.
Es difícil ignorar el hecho de que hay una brecha entre lo que queremos ser o deberíamos ser y lo que realmente somos. Debido a esto quizás casi siempre sea necesario ocultar nuestros aspectos negativos “fingiendo” o controlando lo que demostramos ante los demás. Todo esto es muy decepcionante, pero tal vez la vida simplemente sea así – seguramente no podemos evitarlo. No lo sé.
Yo.
Las palabras de la Biblia me confundían. La doctrina acerca de la hipocresía estaba bien, pero según lo que podía observar en la vida y de mí misma, simplemente no era así como funcionaba. Aquel año crítico de los 14-15 concluyó en que ella vio suficiente como para decidir que no había una respuesta para sus preguntas. Años después desearía poder retroceder en el tiempo y responder su carta. Había una respuesta – o una vida cristiana – que yo podría haber comenzado a vivir antes:
Hola,
Como cristianos no necesitamos sufrir fingiendo que somos algo que no somos. ¡No necesitamos sentir que debemos dar consejo sobre cosas que nosotros mismos no podemos cumplir, porque sabemos que es posible ser completamente bueno desde lo más profundo del corazón!
Tú ya has encontrado la clave que puede guiarte para descubrir cómo es posible. Mencionaste que es difícil ignorar la distancia entre lo que queremos ser y lo que realmente somos. Johan Oscar Smith, un cristiano temeroso de Dios que frecuentemente me inspira, lo confirmó, aunque él escribió a partir de un conocimiento de sí mismo mucho más profundo:
«Tú no eres capaz de vivir como un cristiano; intentarlo sería sólo hipocresía. Nunca puedes ser puro, piadoso y bueno. Eres negro como el hollín y enteramente abominable. Todas tus mejores obras son como un paño manchado.»
De la misma manera, Pablo escribe que no existe nada bueno en la naturaleza humana (lee por ejemplo Romanos 3, 10-18 y Romanos 7, 18-19)
Muchos otros cristianos también se reconocen en esto, pero bajo la conclusión que no se espera que los cristianos sean igual a Jesús. Sin embargo este conocimiento de sí mismo debería ser un momento decisivo para un cristiano. Reconocer que existe una brecha no es suficiente.
La conclusión de Johan Oscar Smith en este punto es que uno no debe fingir que es igual a Cristo, pero la vida de Cristo debe ocupar el lugar de mi propia vida: «Yo soy la puerta,» dice Jesús. Si morimos con él, entonces también creemos que viviremos con él. Solamente existe una vida más, y esta vida es Cristo. Cristo en ustedes, esperanza de gloria. Su vida debe vivir en nosotros y nuestra vida debe morir. Nuestra vida en esta tierra no debe ser andar con la cabeza agachada y aparentar un sentir cristiano. Esto debe morir. Él tiene que crecer, yo tengo que disminuir .1
La llave es odiar este «yo» negativo que veo, y reconocer lo limitada que es mi propia fuerza. Necesito clamar a Dios por fuerza, y creer que sólo con su ayuda pueden cambiar las cosas. De esta manera Dios puede comenzar un proceso maravilloso en mí, denominado santificación.
Santificación – que palabra tan extraña hubiera sido para un adolescente. Sin embargo me dio una respuesta a mis preguntas acerca de la hipocresía, y a muchas otras preguntas que he tenido. Continué mi carta:
Desearía que hubieras entendido esto, y lo hubieras practicado desde el día en que comenzaste a plantearte estas preguntas acerca de la vida. Ahora, luego de todos estos años, he encontrado este camino y comencé a vivirlo. Puedo orar a Dios cuando soy tentada a pecar, y él me da la fuerza y la voluntad para no ceder nunca. Yo puedo «morir» y ser buena igual que Jesús, en vez de tener que «aparentar», o incluso intentar ser buena. Suena simple, pero es fantástico experimentar que la fuerza de Dios me permite hacer lo imposible.
He experimentado que esto enriquece mi vida en todos sus aspectos, y es lo más pacífico y gratificante que puedo encontrar.
Tú amiga,
Bessie
Este libro «cristiano» en mi falda continuaba explicando acerca del «entendimiento equivocado» del cristianismo (hipocresía) diciendo que ser cristiano no significa que se espera que uno sea igual que Cristo. ¿No significa esto indirectamente que los cristianos esperan ser hipócritas? Yo suspiro.
Es la misma conclusión a la que llegué de adolescente, ¡que conclusión tan insatisfactoria! Es increíble lo misericordioso que es Dios, que él me llevó a respuestas llenas de esperanza que son mucho más de lo que puedo imaginarme. Y ahora, en una etapa muy temprana de este proceso de santificación que perdura toda la vida, desearía que más personas – cristianas y no cristianas- puedan ver y experimentar más de lo que el cristianismo realmente puede hacer en nuestras vidas.
Nota 1: cartas de Johan O.Smith, #12, 25. agosto, 1905, (Fundación Skjulte Skatters Forlag)
© Copyright Stiftelsen Skjulte Skatters Forlag | brunstad.org
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.