¿Has notado que lo que dices puede herir a otros?

¿Has notado que lo que dices puede herir a otros?

Es fácil enviar mensajes a través de las redes sociales. Pero ¿has pensado en las consecuencias?

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Es muy sencillo comentar algo en Instagram sin pensar demasiado en lo que uno escribe. Solo toma algunos segundos escribir y enviar un mensaje. Rápidamente uno puede bromear o reírse de alguien. Es muy fácil herir a otros con palabras.

Hace poco leí algo lamentable en una cuenta de una niña de 17 años. Ella contó que le escupieron y la pisotearon, sus compañeros de secundaria le enviaron mensajes horrorosos y burlones.

Tristemente, su historia es solo una de muchas; de cualquier modo, esto causó una gran impresión en mí. En su historia, ella pide que seamos cuidadosos con lo que decimos y lo que le escribimos a otros. “Las palabras pueden matar. Recuerda esto cuando comiences la escuela”, dice ella.

A pesar de que los ejemplos que comparte son horribles, son las imágenes de los mensajes de texto que recibió las que fueron un golpe fuerte en el estómago. “Eres fea”; “mereces morir”. Ella es severamente acusada de crímenes horribles sin ninguna evidencia. Los rumores se difunden rápidamente a través de las redes sociales. 

Palabras que destruyen 

Los golpes físicos no son necesariamente los más dañinos. Las palabras pueden bajar el autoestima de una persona a casi nada en tan solo un instante. Los mensajes de texto en los que te escriben que no le importas a nadie o que nadie te quiere por que eres feo, son difíciles de afrontar. El daño puede durar años. Tal vez pudo haber sido una broma; tal vez la persona estaba junto con algunos amigos cuando lo escribió, y fue presionada para enviarlo. Tal vez muchos comparten la misma opinión sobre esa persona, y quizá alguien siente que ella o él merecen saber la verdad. Estas son excusas huecas. 

No estamos hablamos solamente de amenazas de muerte, tal como las de esta chica. Tampoco hablamos solo de intimidación. Estamos hablando de palabras duras y críticas que tú y yo podemos llegar a decir sin pensarlo. Palabras que pueden herir, dañar, o hacer que alguien se sienta inseguro o excluido. Eso nunca es ni será correcto. Independientemente de la intención, nunca debemos decir o mandar un mensaje que pueda interpretarse de tal forma. Este es uno de los grandes peligros de las redes sociales: la persona se siente lo suficientemente alejada de la otra que la manera en que dice las cosas pueden ser de lo más bajo. Y ocurre terriblemente rápido: solo en unos pocos segundos, tecleas y “enviar”. 

¿Es posible borrar las palabras?

Las palabras no desaparecen. Siguen existiendo desde el momento en el que las dices o desde que envías un mensaje. Pueden quedarse en los pensamientos y en la mente del que las recibe, y también en la memoria de Dios. Esto se aplica al bien y al mal, porque Dios es un juez justo. (Mateo 12:37) No digamos ni escribamos nada de lo que nos podamos arrepentir, sino detengámonos y pensemos nuevamente antes de reírnos o hacer comentarios sarcásticos de alguien. 

Pero si decimos algo que después lamentamos, lo mejor que podemos hacer es buscar la mejor manera de solucionarlo. Pedir perdón puede ser difícil y requiere coraje. Todos necesitamos el perdón, sobre todo del Dios mismo. (Efesios 4:32) Cuando oramos por esto con un corazón verdadero y honesto, entonces Dios es bueno y nos perdona toda clase de pecado incluso palabras imprudentes. Tenemos que hacer lo correcto con aquellos a los que hemos lastimado. Luego podemos orar para que Dios renueve nuestra mente y comencemos de nuevo para que no vuelva a suceder lo mismo. La intención es que seamos transformados de tal manera que ese tipo de palabras ya no salgan de nosotros. 

Mejor elige bendecir

¿Qué es lo contrario de herir a alguien? Bendecir. ¿Qué es lo contrario de criticar? Alentar. Está escrito que los frutos de vivir una vida para Dios son la bondad, la justicia y la verdad.  (Efesios 5:9) Esto se tiene que reflejar en nuestras palabras. Piensa en ser un ejemplo en estas cosas en lugar de ser alguien que destruye con palabras negativas. Somos llamados a edificar, a ser amables unos con otros; bendecir. Podemos usar los mensajes y las redes sociales con un buen propósito. ¡Estas son palabras que nunca lamentaremos, ni ahora ni en la eternidad!

“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. “ 1 Timoteo 4:12.

Debemos tener cuidado para que nuestras palabras no traigan oscuridad a nadie, sino que traigan luz. Siempre debemos estar conscientes y despiertos en esta área. 

“Pon guarda a mi boca, oh Jehová;
Guarda la puerta de mis labios.” Salmos 141:3.

Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.