¿Estás atrapando a las "pequeñas zorras"?
Se trata de detener a los pequeños pensamientos antes de que se conviertan en grandes problemas.
“Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; Porque nuestras viñas están en cierne.” Cantar de los Cantares 2:15.
Cada acción comienza con un pensamiento. La pregunta es qué hacemos con este; cómo lidiamos con este. Al igual que las zorras inocentes que se cuelan y miman los viñedos, los pensamientos y reacciones pueden aparecer de repente de la nada y tratar de arruinar nuestros corazones y mentes. Envidia, amargura, enojo, avaricia. Pensamientos como estos nos llegan naturalmente, pero la verdad es que son malvados, son pecados. (Gálatas 5: 19-21) La clave es estar despierto y atraparlos tan pronto como entren en nuestra conciencia.
La voluntad está presente conmigo…
¡Pero espera un minuto! ¿No se supone que somos cristianos? ¿No deberíamos todos tener acciones y pensamientos buenos y puros todo el tiempo? Después de todo, queremos ser siempre buenos, ¿verdad?
Pablo responde esto claramente en Romanos 7: 18-20, “Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.”
¡Hay algo llamado pecado que habita en nosotros! Esto suena terrible, pero saber esto es la clave para seguir a nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Él fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. (Hebreos 4: 15-16) Por lo tanto, cuando somos tentados, a reaccionar con amargura, por ejemplo, cuando alguien no está de acuerdo con nosotros, tenemos que estar despiertos para ver la tentación y negar el pecado que quiere manifestarse, y más bien tomar nuestra cruz y seguir a Jesús. Entonces no nos volvemos amargados y ofendidos. Entonces estamos "atrapando las zorras pequeñas" y destruyéndolas, y nuestros corazones y mentes se conservan en pureza.
Necesitamos estar despiertos
Hacemos esto yendo con valentía al trono de la gracia para obtener misericordia y encontrar la gracia que necesitamos para vencer esos pensamientos y tentaciones pecaminosas. Pablo también nos exhorta en Efesios 4:17, “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente.”
Tener un pensamiento impuro en nuestras mentes no nos hace impuros, al igual que las pequeñas zorras que intentan entrar en el viñedo, no tienen la oportunidad de echar a perder las uvas. Pero si insistimos en esos pensamientos impuros o cedemos a estos deseos malvados, entonces, y solo entonces, nos volveremos impuros o contaminados. Por lo tanto, debemos estar despiertos y atentos en todo momento, de modo que podamos llevar cada pensamiento cautivo a la obediencia de Cristo antes de que tenga la oportunidad de convertirse en pecado. (2 Corintios 10: 3-5, Efesios 6: 10-18)
De esta manera podemos desprender una dulce fragancia cada vez mayor donde quiera que vayamos y ser una bendición para los que nos rodean.
“Más a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.” 2 Corintios 2:14.
Alabado sea Dios que es posible vivir una tal vida, y ser agradable para aquel que nos ha llamado y elegido desde antes de la fundación del mundo.
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.