¿Estamos contando nuestros días?
Pablo testificó: "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe." ¿Cuál será tu testimonio?
La sabiduría es buscar la voluntad de Dios
Moisés estaba consciente de lo rápido que pasa la vida cuando escribió el Salmo 90, por eso afirma varias veces lo corta que es (ver versículos 4-9) y añade: "Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría." Salmos 90:12. Pablo también da una exhortación muy parecida: "Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor." Efesios 5:16-18. Buscar hacer la voluntad de Dios es lo más sabio que podemos hacer en esta tierra, ya que por ello nuestro corazón se llenará de sabiduría.
Jesús buscó esta sabiduría en los días de su carne: "Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; mas me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de mí." Hebreos 10:5-7. Además de que también dio este testimonio: "No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre." La mente de Jesús estaba completamente ocupada con pensamientos de hacer la voluntad de Su Padre.
¿Cómo vivimos nuestras vidas?
Todas las epístolas del Nuevo Testamento están escritas para ayudar a los que creen a encontrar la voluntad de Dios. Por ejemplo, Juan nos da una comprensión muy clara cuando escribe: "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre." 1 Juan 2:15-17. Pedro también nos da unas palabras que nos sirven como guía: "Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente." 1 Pedro 2:21-23. Estas y muchas otras exhortaciones están escritas para llevarnos a conocer la voluntad de Señor personalmente en nuestras vidas.
Cuando elegimos contar nuestros días siguiendo estas exhortaciones, entonces nos espera una abundante recompensa en la vida eterna. Pablo, vivió esta vida durante muchos años, y al saber que el final de su vida estaba cerca, su testimonio fue: "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida." 2 Timoteo 4:7-8.
¡Contemos cada día por el resto de nuestra vida y seamos alguien que vive sabiamente buscando de todo corazón hacer la voluntad de Dios!
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.