Esta es la única manera de llegar a ser como Jesús

Esta es la única manera de llegar a ser como Jesús

Llegar a ser semejante a la imagen del Hijo de Dios gira en base a este factor clave. f

Desde antes de que el mundo fuera creado fuimos llamados y elegidos para ser hechos “conformes a la imagen de su Hijo” (Romanos 8:29). Pero para que podamos llegar a ser semejantes a Su imagen se requiere de absoluta humildad.

Nosotros somos comparados con el barro en manos del alfarero. Si el barro es blando y moldeable, es fácil para el alfarero hacer una vasija fina; pero si el barro está duro, se rompe y ya no puede ser la vasija que estaba predestinada a ser. Si esto ocurre, el alfarero tiene que volver a moldear el barro y tiene que hacer una vasija más pequeña. Así es también con nosotros. Cuanto más humildes seamos, tanto más Dios puede trabajar con nosotros y moldearnos conforme a Su propia imagen, lo que significa que iremos de gloria en gloria y entonces podrá convertirnos en vasos para Su honor en un lapso de tiempo relativamente corto, asimismo seremos santificados y útiles para el Maestro, dispuestos para toda buena obra. (2 Timoteo 2:21). 

¡La única manera de ser conforme a la imagen de Su Hijo!

Si somos menos humildes, a Dios le resulta más difícil trabajar con nosotros, y nos convertimos en una pieza de barro dura que se rompe constantemente en Su mano. Entonces pasará mucho tiempo antes de que puede hacer algo con nosotros. Si somos obstinamos y nos endurecemos, Él tendrá que convertirnos en vasos de deshonra en lugar vasos de honor. Por lo tanto, la humildad es el camino más fácil, corto y, de hecho, es el único camino a todo progreso futuro y a la santificación.

Jesucristo, quien es la perfección misma en persona, es un ejemplo de humildad para nosotros, así como también lo es en todas las demás cosas. Él siempre mantuvo la mirada en el Padre e hizo Su voluntad en todas las cosas. Podemos aprender verdadera humildad de Jesús. También debemos siempre someternos a la voluntad de Dios en todas las cosas y humillarnos bajo Su poderosa mano, para que Él nos exalte a su debido tiempo. Todas las cosas están en Su poderosa mano, la cual está extendida para salvación todo el día. Todo lo que nos envía en nuestro camino es para que seamos conformados a la imagen de Su Hijo.

Sin embargo, Él solo puede hacer esto si somos humildes en todas las situaciones, porque Dios da gracia a los humildes y resiste a los soberbios. No es bueno ser un hombre miserable si Él, el Dios vivo, nos resiste. No llegamos a ningún lado sin humildad. El camino del hombre humilde está colmado de bendiciones, y por eso puede mirar hacia el futuro y decir junto con David: “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.” Salmos 23:6.

Este artículo fue traducido del noruego y publicado por primera vez en el periódico de BCC “Skjulte Skatter” (“Tesoros Escondidos”) con el título “Humildad” en diciembre de 1930.
© Copyright Stiftelsen Skjulte Skatters Forlag

Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.