¿Es posible ser perfecto?
La Biblia habla acerca de ser perfecto, y acerca de ser perfeccionado, ¿Que significa esto? ¿Es posible alcanzarlo?
¿Es posible ser perfecto?, ¿Que significa ser perfecto? Leemos en el antiguo pacto, que los sacrificios no podían hacer perfecta la conciencia del adorador. Solamente hacían referencia a alimentos, bebidas y diversos lavados y ordenanzas, impuestas hasta el tiempo de reformar todas las cosas. (Hebreos 9: 9-10)
¿Es posible ser perfecto?
Aquí vemos la imperfección de los viejos sacrificios: No fueron capaces de hacer a las personas perfectas según la conciencia; únicamente servían como un recordatorio del pecado (Hebreos 10:3). Sin embargo, con Cristo vino el tiempo de reformar y de poner todo en orden. Ahora podemos llegar a ser perfectos de acuerdo a la conciencia. Nuestra conciencia es nuestro entendimiento acerca de lo bueno y lo malo. Es por ello, que ser perfecto significa, que una persona ha puesto todo en su vida en orden de acuerdo al entendimiento que tiene. Y así él ya no tiene más estos continuos recordatorios de pecados.
La diferencia entre ser perfecto y ser perfeccionado
Jesús nos llama discípulos (o aprendices). Él decía que si alguno quiere ser Su discípulo, tiene que abandonar todo, negarse a si mismo, tomar su cruz cada día y seguirle (Lucas 9:23). Un aprendiz perfecto es alguien que renuncia a todas sus propias opiniones y planes, y es obediente a su Maestro. Uno tiene que decir como dijo Jesús cuando vino al mundo, "He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad” (Hebreos 10:7) ¡No por ninguna otra razón! Solo así uno es un discípulo perfecto, aunque todavía no esta perfeccionado como el Maestro.
Cuando Pablo dice, “No que lo haya alcanzado ya, ni que sea perfecto; sino que prosigo…” (Filipenses 3:12). El hace referencia a que no ha sido perfeccionado como su Maestro, pero prosigue en ello.
Luego en (Filipenses 3:15) Continua diciendo: “Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos.” Aquí quiere decir que son perfectos como aprendices, ellos habían abandonado todo, y no había nada que les impidiera entrar en todo lo que el Maestro quería enseñarles. Ellos estaban aquí con el único propósito de hacer la voluntad de Jesús, su Maestro. Ellos habían puesto todo en orden según la luz que tenían, y podían decir “Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla.” Filipenses 3:16. Pablo no hubiera podido haber dicho esto a alguien si no fueran perfectos, y no lo hubieran dejado todo, o a alguien que todavía estaba bajo el poder de mentir y criticar, por ejemplo. Sería terrible que una persona así “Continúe con el mismo curso.” Sin embargo a los que habían puesto todo en orden de acuerdo a la luz de su conciencia, el pudo decir, “Continua en la misma dirección, aumentando la luz y revelación en tu vida por medio del Maestro.
¡Se perfecto y continua hacia la perfección!
Cuando hablamos acerca de ser perfecto, nos referimos a ser perfectos según nuestra conciencia como discípulos. ¡Y esto es posible! A partir de ese punto debemos seguir adelante siendo perfeccionados. Jesús dice: “Bástele al discípulo ser como su maestro…” (Mateo 10:25). Sin embargo, hasta que no seamos como Él, debemos ser pobres en espíritu y tener hambre y sed. (Mateo 5: 3,6)
Las últimas palabras de Jesús fueron, que debemos hacer discípulos a todas las naciones. Es comparativamente fácil lograr que las personas oren a Jesús por el perdón de sus pecados, pero hacer discípulos de tales personas, es un trabajo duro de hacer. Que abandonen todo y enseñarles a que observen todo lo que Él les ha ordenado es un trabajo enorme.
Cuando se trata de tal salvación, la mayoría de las personas realmente no cree en la gracia que esta en Cristo, a pesar de que Jesús dijo con plena seguridad: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.” (Mateo 28:18)
Alabado sea Dios, que existen algunos que han visto Su gloria – la gloria del unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad. Y de Su plenitud todos hemos recibido, gracia sobre gracia.
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.