¿Es Cristo el que gobierna en tu corazón?

¿Es Cristo el que gobierna en tu corazón?

¿Qué tipo de vida crees que una persona llevará, si Jesús es su verdadero Señor y Maestro todo el tiempo?

Imagina que se sentiría si Jesucristo, el Hijo de Dios, se sienta y gobierna sin restricciones en el trono de nuestros corazones como un poder interior. ¿Qué tipo de vida crees que una persona llevará, si Jesús es su verdadero Señor y Maestro todo el tiempo?

¿Cuántas personas realmente pueden decir que Cristo es el Señor en sus corazones? ¿En cuántos corazones gobierna Él realmente? Jesús mismo dice: "¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?" Lucas 6:46. La vida procede del corazón. Cristo es la vida, la luz de los hombres. Somos verdaderos cristianos cuando Él se convierte en el gobernante absoluto en el trono de nuestro corazón. Eso es el cristianismo. Hay muchas cosas que llevan el nombre de cristianismo, pero solo muy pocas personas son verdaderos cristianos. En lo que respecta a la mayoría de los que se hacen llamar cristianos, sería una blasfemia decir que Cristo está sentado en el trono de sus corazones.

¡Deja de pecar!

Una persona no tendría que pedir perdón si Cristo fuera su Señor. ¡Piénsalo bien! Si Cristo es el único gobernante en el trono de nuestro corazón día y noche, ¿Para qué deberíamos pedir perdón? Si todo fue según su dirección, Su voluntad, todo el día, ¿Para qué debemos pedir perdón? Las personas lo llaman erróneamente "¡Señor, Señor!" Sin hacer su voluntad, haciendo la suya sin obedecerlo. Buscan a Cristo, pero no con el propósito de hacerle Señor. A Jesús le gustaría guiar tu vida pero solo si tú lo deseas.

La mayoría de la gente quiere recibir ayuda en sus necesidades (perdón por sus pecados) pero ¿le llaman realmente Señor? Esto es falso, sin sentido, hipocresía, no juegues a llamarle Señor si en realidad no lo quieres tener  como tu Señor, debes dejar de llamarlo así. No obstante, si quieres que Él te guíe, deja de pecar. ¿Qué perdemos al tenerlo como Señor? ¡Perdemos todo lo que es malo!; ¡todo lo que no vale! ¿Y qué ganamos? La sabiduría, el amor de Dios y el amor de Cristo. Nuestro amor a Dios nos hace guardar Sus mandamientos. (1 Juan 2:5)

El pecado es transgresión de la ley, pero tenemos el perdón si caemos. El razonamiento natural y la astucia del hombre lo arruinan y lo hacen pecar. Tener a Cristo como Señor en la vida es como el cielo en la tierra. Imagina cuán seguro es cuando Él, que es sabio, guía nuestros pasos, y cuando Cristo, quien es el amor personificado, se sienta en el trono de mi corazón.

El poder de tener a Cristo como Señor

Todo, absolutamente todo, es bueno cuando el amor mismo gobierna. (1 Corintios 13:7) ¡Así es la naturaleza del amor! y allí es cuando Jesucristo, el Hijo de Dios, se sienta y gobierna sin restricciones en el corazón como un poder interior. La gran mayoría de la gente solo tienen a Jesús como invitado, y cuando el Padre y el Hijo vienen de visita las personas saborean un poco de su dulzura. Ciertamente así es con la mayoría de los que se hacen llamar cristianos. ¡Así exactamente!

Sin embargo, cuando Cristo ha sido santificado como Señor en nuestro corazón, Él reside allí y ha recibido el corazón como residencia permanente. El amor ha entrado, y nunca se va; ¡conduce y guía todo! Puedes saber un poco del amor cuando Él está de visita, pero cuando el amor es el Señor, lo poseerás constantemente y te convertirás en alguien que practica el amor, y sus cualidades serán parte de ti. Es común que la gente ama cuando son visitados varias veces por el Padre y el Hijo, pero por esa misma causa las cosas siempre van de arriba a abajo cuando buscan a Dios. En ocasiones experimentan la bondad y cercanía del Señor, pero cuando se retira, se sienten inseguros y andan a ciegas en la oscuridad.

Las personas que han recibido el amor de Cristo como un poder interior reciben todo lo que está escrito en 1 Corintios 13 y Cristo gobierna en ellos de tal manera que siempre están contentos. Desafortunadamente, es un hecho que el mismo Satanás gobierna en los corazones de muchos de los que se hacen llamar cristianos; ellos alaban a Dios durante mucho tiempo, de repente se llenan de Satanás. Cristo gobierna por un breve período, ¿Y después? Después hay un golpe de estado, y se revela quién realmente gobierna. Todos los que quieren seguir su propio camino dicen: “¡Tiene que haber un límite!” ¡Pero piensa en la atmósfera celestial que se produce en nosotros y alrededor de nosotros cuando Cristo es el Señor!

¡Cree en la Palabra de Dios! Santificar significa separar y remover; significa poder sin restricciones. Un rey debería ser un rey absoluto. Nunca le sucede nada malo a los que dejan a Cristo ser gobernante absoluto, porque Él dicta solo el amor y la bondad. No existe un mejor gobierno. Cuando el que es perfecto gobierna, todo es perfecto; esta es la verdad absoluta.

Cristo es un Señor estricto, pero solo piensa en lo mejor para nosotros. ¡Quiero recomendar a mi Señor! ¡Permítele ser tu gobernante! El amor no piensa en sí mismo; piensa solo en lo que es mejor para los demás. Por lo tanto, ¡te aconsejo que santifiques a Cristo como Señor en tu corazón!

Este artículo fue publicado por primera vez en noruego con el título: "Cristo como Señor", en el periódico de BCC "Skjulte Skatter" ("Tesoros Escondidos") en enero 1952.
© Copyright Stiftelsen Skjulte Skatters Forlag

Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.