¡Cristianismo para jóvenes!
¿Qué tiene el cristianismo para ofrecerle a estos jóvenes comprometidos, saludables y llenos de energía? ¿Cuáles son las posibilidades que podría encontrar un joven que con gusto quiere hacer la diferencia?
Los jóvenes son radicales, idealistas y activos. La mayoría de las grandes revoluciones en las últimas décadas han sido impulsadas principalmente y dirigidas por jóvenes.
Si hay que ir a una barricada por una causa idealista o un principio, entonces podemos ver a jóvenes que con gusto están allí. Esto también lo comprendieron nuestros grandes poetas en su época, cuando instaban a esforzarse y comprometerse por la dignidad humana y la libertad. Ellos no se dirigían a la gente adulta ni a la que estaba bien posicionada en la sociedad, ellos se dirigían directamente a los jóvenes.
Grandes multitudes de gente joven va hoy día pensando y planificando qué podrían hacer por la humanidad. Resolviendo el enigma del cáncer. Combatiendo por el medio ambiente. Luchando por la hambruna y la pobreza. Acudiendo a los débiles en la sociedad. La lista es extensa, y no hay falta de áreas para aquellos que quieren hacer una diferencia. Sin embargo, son pocos los que encuentran una causa por la cual luchar con celo durante toda la vida. La mayoría se involucra un tiempo, pero rápidamente se desilusiona o se abisma en las contrariedades de la vida de un adulto. Tan pronto pasan los años el idealismo juvenil es superado por la búsqueda de una carrera y la necesidad de dinero y reconocimiento.
Entonces, ¿Qué tiene el cristianismo para ofrecer a estos jóvenes comprometidos, saludables y llenos de energía? ¿Cuáles son las posibilidades que podría encontrar un joven que con gusto quiere hacer la diferencia?
Poder de vida para el día de hoy
El evangelio de Jesús – su vida, su muerte y resurrección – abre perspectivas insospechadas para todos aquellos que tienen ¡un compromiso ferviente y sincero de hacer algo positivo en este mundo! El cristianismo ofrece una vida de servicio a los demás, una vida en la que cada día tengo la oportunidad de ofrecerme a mí mismo. Una vida que te invita a participar y suplir la miseria, a dar a los necesitados esa ayuda que los llenará de júbilo y agradecimiento por la eternidad. ¿Puedes imaginar una vida más significativa y gratificante que esta?
El cristianismo no son pensamientos sabios que deben ser aprendidos y comprendidos ni una teoría acerca de la salvación que debe ser memorizada. Tampoco preceptos humanos y rituales místicos. El cristianismo no es un seguro de vida para el día del juicio final, ¡es poder de vida para el día de hoy! El cristianismo es una vida en la que el desarrollo personal de un hombre va de la mano con un creciente compromiso por los demás. Es una vida con una alegría cada vez más profunda de que puedo ser un instrumento de Dios para cuidar y bendecir a las personas.
Esta vida es para todos
Esta no es una vida que está reservada para personas con un carácter especial, educación, cultura o aptitud. Es una vida abierta para todos. Sin embargo, hay una puerta de entrada que hay que pasar – Dios nos quiere de todo corazón. Él quiere tener los pensamientos, los planes del futuro y nuestro compromiso. Él no quiere compartir esto con cualquiera. Sin embargo, si tú le das todo, no habrá límites para Él de lo que puede hacer en y a través de ti.
Aquellos que deciden dar este paso pronto experimentan que es necesario volver la mirada hacia dentro (mi interior). Como seres humanos nos quedamos cortos, ya que el pecado de inmediato se manifiesta – en medio del fuerte anhelo de ayudar a los demás. ¡Aquí es cuando la vida comienza a ponerse interesante! Uno comienza una guerra contra el egoísmo, el orgullo, la envidia y todos aquellos pecados que son un obstáculo en el deseo de ayudar. Sin embargo, aquel que tiene todo nuestro corazón nos vigila de cerca, y nos garantiza la victoria. Entonces toma mucho tiempo hasta que uno comienza a ser impregnado de alegría. Una profunda gratitud llena nuestro corazón, y el amor por el Salvador aumenta y se desarrolla por el resto de la vida, así como el deseo de ayudar. Se vuelve una vida llena de significado e interesante, que brinda una satisfacción mayor a la que uno hubiera podido experimentar viviendo en sus propios deseos e intereses.
No es necesario viajar a tierras lejanas para cubrir esta necesidad. Por el contrario, es suficiente con levantar la mirada y ver a nuestro alrededor. ¿Acaso no hay suficiente trabajo para alguien que tiene un compromiso ferviente y que con gusto quiere ayudar?
¿Acaso este no es un mensaje para jóvenes que quieren hacer la diferencia?
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.