Dispuesto en la brecha
En los noticieros vemos a personas valientes que arriesgan todo luchando por su libertad y derechos. Sin embargo, ¿cómo me enfrento a la lucha espiritual contra el mal y la traición?
En los noticieros vemos a personas valientes que arriesgan todo luchando por su libertad y derechos. Sin embargo, ¿cómo me enfrento a la lucha espiritual contra el mal y la traición?
Las imágenes en la TV de luchadores idealistas por la libertad y protestantes vistas recientemente en la plaza de Taksim en Estambul y anteriormente en la plaza de Tahir en el Cairo, han dado la vuelta al mundo y han inspirado a miles de personas. La lucha a favor de los derechos humanos, la libertad y la libertad de expresión es importante, y muchas personas valientes arriesgan mucho hoy en día, para arrebatarle y defender estos derechos frente a lo que ven como el abuso de poder de los gobiernos y sus líderes.
Una protección contra el pecado y el poder de Satanás
Pero al mismo tiempo hay otra lucha que se lleva a cabo, que es menos conocida, pero más importante. Esta lucha se lleva a cabo en la vida de cada individuo, y podemos leer acerca de esta en Ezequiel 22, 30 «Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.»
¡Puedo hacer la diferencia, levantando un muro en mi propia vida!
Dios no encontró a ningún hombre que quisiera ponerse en la brecha a favor de la tierra. Él buscó a hombres y mujeres con un corazón ardiente por Dios y las personas que tenían a su alrededor. Personas con un anhelo ferviente a proteger, ayudar y fortalecer a los débiles y oprimidos. Pero primeramente a personas que en su propia vida, y sus propios pensamientos habían levantado un muro fuerte para defenderse del pecado y el poder de Satanás. Un muro contra todo el mal que quería tomar el poder en sus vidas. Un muro contra la envidia, la mentira y las murmuraciones. Un muro contra la sospecha, falsedad e impureza.
¿Quiero seguir a Jesús?
Hay muchos pensamientos y espíritus que buscan recibir poder en la vida de una persona. ¿Estoy dispuesto a levantar este muro en mi propia vida, y a disponerme en la brecha y luchar contra tales pensamientos que hay en mí? ¿Estoy en esta lucha? Está escrito acerca de Jesús que ofreció ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte (Hebreos 5,7). El luchó contra la injusticia en su propia carne, y obtuvo una victoria perfecta, ¡y con esto abrió el camino con las mismas posibilidades para ti y para mí! ¿Quiero seguirle en esto aquí? ¿Quiero disponerme en la brecha y luchar contra los poderes espirituales del mal que tratan de dirigir mi vida y la de las personas a mí alrededor?
¡Piensa en la envidia, la murmuración, la sospecha y la mentira, piensa lo destructivo que son estos pensamientos y poderes en las personas! ¡Piensa que aquí puedo hacer la diferencia, levantando un muro en mi propia vida, y en el poder de Dios luchar contra aquellos pensamientos que quieren levantarse y recibir poder en mi mente! ¡Al levantar un muro fuerte con temor de Dios, agradecimiento y fidelidad, puedo también ser una protección para las personas a mi alrededor! Las personas que hacen esto tienen un valor incalculable, y a través de su vida pueden realmente ser un defensor del pueblo y el país, más allá de lo que nosotros mismos entendemos.
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.