¡Deja entrar al Rey de gloria!
Nuestro cuerpo es el templo del Señor, una morada suya donde Él quiere habitar y ser el gobernante legítimo.
“Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla. Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.” Salmos 24:7-9.
Abre las puertas de tu corazón al Rey de gloria
Cristo nos ha comprado con Su preciosa sangre. No somos dueños de nosotros mismos. Nuestro cuerpo es el templo del Señor, una morada suya donde Él quiere habitar y ser el gobernante legítimo. Si dejamos fuera al Señor somos ladrones y criminales, y por consecuencia seremos juzgados justamente como tales. Mucha gente piensa que es algo cruel dejar a Jesús fuera por completo, así que por eso están dispuesto a hacer un poco de espacio para Él. Sin embargo, tienen muchas habitaciones secretas donde llevan una vida privada en completa oscuridad. No sirve de nada abrir una, dos, o varias habitaciones si todavía tenemos suficiente espacio para adorarnos a nosotros mismos y no dejamos que Cristo entre. Ya seamos los más pequeños o grandes criminales, seremos juzgados como criminales.
¡Abramos en estos días por completo todas las puertas de nuestro corazón para que el Rey de gloria pueda entrar con su abundante plenitud de gloria y salvación! ¡Deshecha toda pereza y necedad, odio y amargura, malas sospechas, envidia, el deseo de la vanagloria, todo tipo de egoísmo y maldad, y deja que el amor de Cristo y el Espíritu de avivamiento entre a tu corazón! ¡Oh, qué tiempos tan bendecidos habrá si nuestros corazones están completamente abiertos a Cristo! Alguien testificó una vez algo que es cierto: “La puerta del corazón solo puede abrirse desde el interior, no desde el exterior.” Jesús llama a la puerta, y no puede entrar si no le abrimos. “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones…” Hebreos 3:7-8.
El Rey de gloria viene con luz y juicio
Luz y juicio vienen con la gloria del Señor, y es precisamente por eso que la mayoría de la gente tiene miedo de abrir las puertas de sus corazones. Dejemos que la luz clara del Señor penetre hasta las cámaras más secretas, porque con la luz y el juicio viene la pureza, la paz, el gozo, la libertad y la victoria.
En ese Día todo aquel que haya ocultado algo para sí mismo en la oscuridad, se arrepentirá amargamente de haber tenido miedo de la clara luz del Señor. En ese día, Aquel cuyos ojos son como llama de fuego buscará en la vida de todos y juzgará las cosas que ocultas.
On that Day everyone who has hidden something for himself in darkness will bitterly regret that he was afraid of the Lord’s clear light. On that Day, He who has eyes like flames of fire will search everyone’s life and judge the hidden things. (Revelation 20:11-15.)
El Espíritu de avivamiento nos despierta totalmente y nos da un gran interés para hacer todo en nuestra vida diaria para la gloria de Jesucristo – desde la tarea más pequeña hasta la más grande. No necesitamos estar preocupados en nuestra mente y andar por ahí tratando de encontrar alguna tarea “especial” para hacer. Por lo general, las personas que tienen esta mentalidad no hacen nada o solo hacen cosas que no son provechosas, porque es raro que descubran lo correcto. Se nos ha dado Espíritu de poder, amor y dominio propio, así que si estamos agradecidos y llenos de gozo – despiertos y velando en el Espíritu de Cristo – descubriremos todas las oportunidades y tareas que tenemos que hacer en el viaje de nuestra vida para ayudar, servir y hacer el bien.
Pablo abrió ampliamente las puertas de su corazón al Espíritu y al poder de Cristo. “Para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.” Colosenses 1:29. ¡Piensa si el poder del Señor también obrara poderosamente en nosotros! Entonces realmente obtendríamos ricos resultados en nuestra vida. Dejemos que la fuerza del Espíritu entre y trabajemos en este poder para presentar a cada persona perfecta en Cristo. Sí, que haya trabajo, vida y avivamiento entre nosotros como nunca antes.
Que el candelero de la gloria del Señor esté siempre en nosotros, y que todos seamos parte del verdadero avivamiento y la piedad en todo tiempo.
Este artículo fue traducido del noruego y fue publicado por primera vez en el periódico de BCC “Skjulte Skatter” (“Tesoros Escondidos”) en febrero de 1944 con el título de “¡Deja entrar al Señor de gloria!”
© Copyright Stiftelsen Skjulte Skatters Forlag
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.