¿Cuál es el resultado de la salvación?

¿Cuál es el resultado de la salvación?

¿Sabes cuales son en realidad los fantásticos resultados de la salvación?

El apóstol Pablo escribe: "ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor." (Filipenses 2:12) Pero, ¿qué produce el estar ocupados? ¿Sabes cuales son en realidad los fantásticos resultados de la salvación?

Pablo escribe que la salvación tiene diferentes partes, o etapas: "Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida." Romanos 5:10. La salvación comienza con el perdón de los pecados, el gran don del sacrificio de Jesús cuando murió por nosotros. Este pago por los pecados que hemos cometido nos permite reconciliarnos con Dios.

Después de la reconciliación con Dios por la muerte de Jesús viene la salvación por medio de la vida de Jesús, y es en esta salvación que debemos ocuparnos como discípulos de Jesús, los que siguen tras sus pisadas. Este es un proceso en donde, al negar los deseos pecaminosos que moran en nuestra naturaleza, somos a cambio cada vez más partícipes de la vida de Jesús. Este proceso de salvación también es llamado santificación.

La gloria de la naturaleza de Dios

Para poder recibir su vida y naturaleza, Dios tiene que guiarnos por asombrosos caminos a través de todo tipo de circunstancias. Él nos doblega a través de padecimientos y nos purifica en el horno de la humillación, y a través de todo esto aprendemos a conocer sus caminos y su buena voluntad. Si estamos bajo su buena y poderosa orientación en el camino de gloria en todo lo que enfrentamos, entonces sucede como está escrito, que las tribulaciones serán momentáneas y producirán en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria. (2 Corintios 4:17) Entonces podemos extender nuestra mirada a la alegría que nos espera, así como Jesús lo hizo, y alabar a Dios por todo en este camino a la gloria.

Los que creen y obedecen el evangelio de Jesús recibirán su poder y gloria en sus vidas, y cuando Jesús regrese, entonces mostrará cuán gloriosos y admirables son en realidad estos santos. No tenemos más gloria en nuestras vidas que las palabras de Dios que las cuales creemos y obedecemos. Esta es una verdadera gloria, ¡una gloria radiante y eterna!

Perfección

El resultado de la salvación a través de diversas pruebas es que también llegamos a ser perfectos y cabales, sin faltarnos nada. (Santiago 1:4) Este es un enorme resultado de nuestra vida en la tierra.

Podemos decir que en las situaciones que hemos sido probados y hemos vencido – y encontrado la voluntad de Dios, y cumplido – allí hemos sido perfectos y cabales.

Podemos decir que somos perfectos y cabales cuando hemos sido probados y hemos vencido en las diferentes aréas y circunstancias de nuestra vida – esto es, cuando he hecho la voluntad de Dios. No obstante, no hemos sido probados en todas las demás áreas, y allí aún no hemos aprendido a conocer la voluntad de Dios en verdad. En tales áreas aún no somos cabales. Cada prueba nueva que se nos presenta nos da la oportunidad de llegar más a la perfección. Nos falta menos después de haber superado la prueba. ¡Por lo tanto, tengamos por sumo gozo cuando nos hallemos con una nueva prueba!

Está escrito que Jesús presentaría "a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha." Efesios 5:27. ¡Qué resultado tan glorioso! Podemos ser perfectos, sin manchas ni arrugas si en las diferentes situaciones de la vida de la vida somos formados a través de los padecimientos de la misma forma que nuestro autor de salvación. ¡Qué gran día será cuando Jesús regrese a buscar la iglesia –  aquellas almas caídas que se dejaron salvar, a los cuales Jesús les dio la victoria y las santificó! La esposa de Jesús será un rebaño que de antemano pudo llevar su propia a la gloria y a la perfección en medio de la oscuridad y maldad de este mundo. Por este grande y glorioso resultado ellos en agradecimiento le alabarán a Dios por toda la eternidad.

Un asiento en los lugares celestiales

"Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús." Efesios 2:6-7.

Como resultado de la salvación y obediencia a la palabra de Dios recibimos muchas promesas. Entre otras, la Palabra de Dios promete que nos sentaremos juntamente con Jesús en su trono, así como Él mismo se ha sentado en el trono de su Padre. (Apocalipsis 3:21, Hebreos 2:5)

En esta posición exaltada con Cristo no tenemos ninguna razón para estar preocupados por el futuro. Está asegurado por la eternidad y rodeado por su inmensa bondad y cuidado en todas las situaciones de la vida. "Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días." Salmos 23:6. ¡Sí, así es nuestro futuro si dejamos que Dios nos salve y nos santifique mientras estamos aquí en esta tierra!

Es una realidad que Cristo un día vendrá con llama de fuego para vengarse de todos aquellos que no han sido obedientes a su evangelio. Sin embargo, los que han sido obedientes tiene la misma seguridad que serán glorificados y honrados por toda la eternidad. Seamos pues de los que estarán entre ellos. (2 Tesalonicenses 1:6-10)

Este artículo contiene extractos del libro "El Nuevo Pacto y el misterio de la iniquidad" de Sigurd Bratlie (Editorial Skjulte Skatter, junio de 1952); y posteriores artículos de la revista de BCC "Skjulte Skatter" ("Tesoros Escondidos"): "Perfecto y cabal", de Sigurd Bratlie (febrero de 1954); "En el camino a la gloria" de Aksel J. Smith (junio de 1953), y "Glorioso y admirado" de Aksel J. Smith (mayo de 1954).
© Copyright editorial Stiftelsen Skjulte Skatter

Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.