Cómo leer la palabra de Dios exactamente como está escrita

Cómo leer la palabra de Dios exactamente como está escrita

El peligro de minimizar la magnitud de lo que está escrito.

10 Min ·

 
Transcripción resumida de la prédica de Elias Aslaksen en Stavanger, Noruega el 18 de enero de 1976 

Un mensaje sobre creer en la palabra de Dios sin quitarle nada: 

Hace poco tiempo recibí una luz bastante excepcional. Como personas naturales, se puede decir que somos “profesores” de incredulidad. En la Escrituras leemos expresiones como: “hombres de poca fe, insensatos, ¡y tardos de corazón para creer todo lo que lo que está escrito!” Etc. Al leer esto recibí una luz extraordinaria: todo acontece como si tuviéramos en el corazón un pequeño transformador de reducción, un dispositivo de minimización que se pone automáticamente en marcha sin que nosotros nos demos cuenta, sin que tengamos el más mínimo indicio de ello. 

Leyendo y creyendo correctamente la Palabra de Dios 

Las Escrituras están llenas de fuertes y gloriosas palabras y promesas, y cada una de ellas es verdadera tal y como está escrita. No debemos minimizar ni debilitar su contenido a pesar de que esa sea naturalmente nuestra tendencia. Es bastante interesante ver como uno mismo ni siquiera se da cuenta de esto. De cierta forma, es como si uno no supiera leer correctamente. Uno puede pensar que sabe leer, y efectivamente uno es capaz cuando se trata de todo otro tipo de cosas. Algunos incluso leen tan bien que podrían ser profesores en casi cualquier cosa – excepto en la fe. Pero si se hace sin fe, nada ocurrirá. La fe es lo único que cuenta; es lo único que funciona. Sin fe, uno no puede ser parte de nada, pues la fe es plena certeza. La fe no tiene nada que ver con intentar creer. Cuando decimos que vamos a intentar hacer algo, es lo mismo que ser un incrédulo porque estamos diciendo que no sabemos si lo vamos a logra o no – esto es 100% incredulidad.

Veamos ahora unos cuantos versículos. En Efesios 4:1-2 está escrito: “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados...” y luego dice: “con toda humildad y mansedumbre...” Lo cual quiere decir que con toda la humildad y toda la mansedumbre. ¿Quién ha creído en esto? ¿Quién lo ha leído correctamente para que haga efecto? Cuando eres solamente un poco humilde, solo recibes un poco de gracia, cuando eres un poco más humilde, recibes un poco más de gracia; cuando eres muy humilde, recibes mucha gracia, y cuando eres inusualmente humilde, recibes una cantidad inusual de gracia; por lo tanto, ¿qué pasa entonces si eres revestido completamente de humildad? ¿Qué es lo que pasa? Seguramente ahora sabes la respuesta. ¡Sí! Toda la gracia. Y recibir gracia no solo significa que uno es indultado, sino que también es ayuda, salvación, luz, poder, y todo aquello de lo cual tenemos necesidad. Pero es evidente que la gente no cree esto; sí, es evidente que la gente no se detiene y presta atención a lo que está escrito.

Los dispositivos de minimización en nuestros corazones

Las Escrituras no tienen exageraciones, ninguna. Pero el dispositivo de minimización y reducción en nuestro corazón, del cual no estamos conscientes y del cual no percibimos su presencia, actúa silenciosamente sin que nos demos cuenta. Es como si lo que leyéramos o escucháramos pasara a través del dispositivo y en el proceso se cambiara a algo más, a algo más débil o a algo menos. Con toda humildad y toda mansedumbre quiere decir que estás sólidamente arraigado en la humildad y en toda mansedumbre, de modo que simplemente no puedes hacer nada más que ser humilde y manso. Si esto es así, aquellos que nos conocen y viven cerca de nosotros no pueden evitar notarlo porque es tan fuerte y tan inhabitual como para que no se note. A esto hemos sido llamados; esto es la voluntad de Dios. Él nos ama enormemente, quiere darnos muchísimo; quiere lograr mucho en nosotros; Él quiere transformarnos. Así es como legamos a un punto donde nuestra vida es la humildad misma, y la mansedumbre somos nosotros. Pero todo esto ocurre por medio de la fe. Nosotros creemos que hemos sido llamados a esta vida, que es la voluntad de Dios, que es posible y que es nuestro deber creer exactamente lo que está escrito.

Podemos decir que lo que es importante aquí es conseguir que este dispositivo de minimización automática sea lanzado por la borda. Encuéntralo y expúlsalo de tu corazón. Entonces podrás leer y creer las cosas tal y como están escritas. De esta manera, obtenemos exactamente lo que está escrito y las cosas se vuelven tal como la Palabra las describe.  

Durante muchos, muchos años he observado y hablado sobre cómo la gente está visiblemente poseída por la idea de que se trata siempre de “un poco.” Es como si estuvieran poseídos. Independientemente del tema, la gente lo interpreta como si se tratara de “un poco.” La mayoría dicen por ejemplo “yo espero” y “yo creo”, pero no hay esperanza ni fe en lo que dicen, solo es una expresión. Esperan que las cosas vayan mejor con ellos poco a poco y lentamente, en el transcurso de muchos años. Eso es lo más común; así es con la mayoría. Pero el hecho es que no sucede absolutamente nada de esta manera, porque esa no es la Palabra de Dios, y no debemos creer en eso, así no está escrito en la Biblia, y por esa razón no hay tampoco ningún resultado. Lo que pasa es que te engañas a ti mismo, vives en una fantasía. Oras y oras y oras y oras para recibir amor, fuerza, paciencia, y un montón de otras cosas, pero nunca lo crees, y por lo tanto nunca lo recibes. ¿A quién no le gustaría estar lleno de amor, por ejemplo? Sí, lo pides en oración, pero no lo crees, por eso no eres llenado con amor. Seguirás siendo exactamente el mismo, de reunión en reunión, mes con mes, año tras años, década tras década. Seguirás siendo – en general – prácticamente el mismo. Puede que haya pequeños cambios, pero son insignificantes. Incluso en algunas personas las cosas empeoran. Sí, eso sucede con muchos e inclusive algunos llegan a caer y alejarse. Es triste ver como unos se vuelven al mundo, pero no es de sorprenderse, pues cuando la vida que uno vive no es tan feliz, considera que no tiene mucho que perder si se regresa al mundo. Nadie de los que son muy felices caen y regresa al mundo. Sería una contradicción, no tendría sentido. Si alguien tiene una vida muy feliz no tiene el deseo de regresar al mundo voluntariamente ¿cierto? Por supuesto que no. Es porque están tristes que caen y se alejan. ¿Y por qué están tan tristes? Porque no creen que recibirán lo que han pedido. Y otra de las cosas es que tampoco oran mucho, y lo poco por lo que oran tampoco creen que lo recibirán, y por consiguiente tampoco reciben nada.  

Cree que recibirás las cosas por las que has pedido

Está escrito, por ejemplo sobre toda paciencia y toda longanimidad: toda. En otras palabras, ser paciente hasta el infinito, sin límite y sin importar cuánto tiempo tengas que esperar. Pase lo que pase, permaneces igual de tranquilo y manso todo el tiempo. Esto debía mostrarse a todos los hombres. No es algo triste ser así; no es nada triste ser manso y apacible, sino que es más o menos como si tuviéramos el cielo en la tierra. No es triste amar, creer, guardar y vivir la Palabra de Dios, sino que es lo mejor que existe, es tener el cielo en la tierra. ¡Les deseo mucho éxito a todos y a cada uno de ustedes! Y el éxito viene solo de una manera: leyendo correctamente, creyendo correctamente lo que está escrito, y buscándolo con todas tus fuerzas. Ora para obtener estas cosas, cree que recibirás lo que has pedido, porque es solamente con esta condición que lo recibirás, y no de otra manera. Les deseo lo mejor. 

Corre esta carrera compitiendo para creer toda la Palabra de Dios. Entonces se hará vida en nosotros para que todos la vean, la escuchen y la noten. No pierdes nada por ser llenado de mansedumbre y por mostrarlo hacia todos los hombres, al contrario, solo es ganancia y una ventaja. Además, también te convertirás en un ejemplo radiante que otros sigan, y si son receptivos puedes ser de gran ayuda. Sin embargo, no puedes forzar la salvación a la gente. La persona tiene que ser receptiva y tener deseo por sí misma. En una parte está escrito que Pablo oró para que los creyentes fueran llenados de todo lo que es bueno. En otras palabras, ser llenados de todo lo bueno en todas las áreas y en todos sus anhelos. Cualquier persona puede llegar a esto y así se cumple un dicho verdadero que dice: “el querer es poder.” Este dicho es una tremenda verdad, se puede aplicar en todas las cosas, tanto en las cosas terrenales como en las celestiales. Si tú no quieres algo y no tienes el gran anhelo de conseguirlo, no van a pasar muchas cosas. No obstante, si uno quiere y tiene el anhelo de recibir algo, sea en lo terrenal o en lo espiritual, esto produce obligatoriamente un resultado. No puedes volverte multimillonario en este mundo si eres flojo y no haces nada. Este dicho abarca absolutamente todo – no hay excepciones. “El querer es poder.”

Espero que haya llegado a ustedes un gran anhelo aquí. Tenemos estas palabras: “Para Dios todo es posible”“todo es posible para el que cree”, y “que te sea hecho conforme a tu fe.” Todo es una cuestión personal entre Dios y cada uno en particular. Yo debo creer en Dios y en Su Palabra y ella se cumplirá en mí. Nadie puede impedir u obstaculizar esta obra. Todo depende de una relación directa entre Dios y yo. ¡Les deseo lo mejor! Corran y luchen para ser verdaderos creyentes. Amén. (Mateo 19:26; Marcos 9:23; Mateo 9:29).

Esta es una transcripción resumida de la prédica de Elias Aslaksen en Stavanger, Noruega el 18 de enero de 1976 y fue traducida del noruego. La transcripción original fue publicada en el libro "Elias Aslaksen: Las últimas prédicas" por Stiftelsen Skjulte Skatters Forlag 1979.
© Stiftelsen Skjulte Skatters Forlag | ActiveChristianity

Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.