Espíritus que vienen de arriba y de abajo
Estamos rodeados de influencias de todos lados. ¿A qué nos abrimos? ¿Para qué somos campeones? y ¿Cuál es el resultado?
“Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.” Apocalipsis 22:1. No hay nada que sea tan puro y verdadero como lo que procede del trono de Dios y del cordero
Espíritus impuros que vienen desde abajo – retroceso y maldición
Hoy en día abundan centros espirituales de todo tipo, que vomitan veneno desde el abismo. Aquellos que se ocupan en las cosas más impuras que se pueden encontrar y pueden publicarlas, rápidamente se convierte en millonarios. Esta avalancha de pecado y miseria se derrama fuera del abismo como nunca antes. Los campeones de esta miseria imaginan que son defensores del progreso. Sin embargo, ellos están llevando todo de nuevo a los días de Noé y de Sodoma y Gomorra. La gente vivirá en esa misma oscuridad espiritual cuando Jesús regrese, y este espíritu recibirá el mismo juicio. (Mateo 24: 37-39)
Muchas personas líderes que saben que todo esto conduce a la dirección equivocada, no se atreven a expresarse por temor a ser contados como retrógrados obsoletos. Las personas más descaradas y sin ley agarran la dirección donde pueden, y desafortunadamente se desatan, ya que la mayoría son débiles y cobardes. Siempre ha habido pocos que han querido estar en la brecha por la verdad y la justicia, pero en la dirección equivocada nunca ha habido falta de campeones.
Pero ¿Cuál es el resultado de esta abismal inundación que se ha desencadenado: la carrera armamentista, las guerras, la pobreza, la miseria y el hambre, hacinamiento en las cárceles, las relaciones familiares cada vez más infelices y divorcios, abuso de alcohol y drogas que causan todo tipo de desgracia y miseria? ¿Quién tiene la culpa? ¿Podemos quejarnos a Dios? ¡Lo que sembremos, cosecharemos! Aquellos que creen que sería mejor deshacerse de Dios y del cristianismo ya están oscurecidos en sus mentes.
Esta es una corriente espiritual que viene del abismo, es mala, impura y la maldición le sigue.
Un Espíritu puro que viene desde arriba –progreso y bendición
Las personas más progresivas que han vivido en la tierra, son Cristo y los apóstoles y todos los que han seguido sus pasos en la misma mente y el espíritu. El resultado de su trabajo es la justicia, verdad, verdadera paz y alegría, felices matrimonios y relaciones familiares, misericordia, generosidad y todo lo que es noble y bueno. Si todos siguieran su dirección, no habría necesidad de policía o ejército. Todo lo que tiene que ver con actos de violencia, los delitos graves y las acciones viles, desaparecerían. Entonces nadie tendría hambre o se congelaría. Nadie necesitaría pasar hambre o frio. Millones de prisioneros podrían ser liberados de todas las prisiones de la tierra. Miles de niños pequeños que ahora sufren grandes dificultades, que son golpeados y torturados por padres brutales crecerían en hogares armoniosos con el sol del amor.
Hay una corriente espiritual que procede del trono de Dios y del Cordero; esta es buena, clara como el cristal y pura, y está acompañada por la bendición de Dios. Alabado sea nuestro Dios que hay algo que es claro como el cristal y puro, y que nos puede dejar claros como el cristal y puros. Esta agua cristalina no recibe ningún color o aroma de nuestra persona, pero seguirá fluyendo, clara como el cristal y pura, para bendición de nosotros y para los demás.
“El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él…” Juan 7:38-39. Sí, solo piensa en ser impregnado por este Espíritu puro, vivo y fresco del cielo mientras estamos en este mundo malvado, oscuro e impuro. El resultado será un cristianismo vivo, y no lo que se llama religiosidad.
Transformación y salvación por medio de la Palabra de Dios
Por naturaleza, todos somos pecadores, impuros y mentirosos hasta la médula, pero alabado sea Dios que por el poder del Evangelio podemos ser purificados y ser personas transformadas.
Jesús habló palabras puras, de modo que quienes lo escucharon y creyeron se volvieron puros debido a la Palabra que les habló. (Juan 15: 3) Esto también es lo que debemos hacer. La mayoría de las personas hablan y escriben palabras por las cuales otros se vuelven impuros. Pedro habló palabras por las cuales las personas fueron salvadas, y los gentiles que escucharon y creyeron sus palabras recibieron corazones puros. (Hechos 11:14; Hechos 15: 9)
Santiago dice “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.” Santiago 3:17.
En la sabiduría que viene de abajo, hay celos amargos, mentiras, engaño, desorden y todo mal. (Santiago 3,14-16) Es terrenal, animal y diabólica, está escrito. No hay mucha paz e indulgencia. Nos mira y nos escucha a diario.
La pureza y el poder de Dios van de la mano
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.” Mateos 5:8. En Cantar de los Cantares 6:10 está escrito que la esposa está llena de pureza y poder: "¿Quién es ésta que se muestra como el alba, Hermosa como la luna, Esclarecida como el sol, Imponente como ejércitos en orden?" La pureza y el poder de Dios van de la mano. Es el mayor poder que uno puede recibir en la vida para vencer al mal y hacer el bien, soportar, sufrir y sobrellevar todas las cosas con alegría.
¡Levantemos alto el estandarte de la pureza en nuestro tiempo! Entonces, Dios mismo nos llevará a la victoria en nuestras batallas. Todo el cielo está de nuestro lado en esta guerra. Entonces encontraremos a esta santa y gloriosa hueste unida como piedras preciosas, clara como el cristal, en la Nueva Jerusalén.
Esta es una versión editada de un artículo que se publicó por primera vez en la revista de la iglesia BCC "Skjulte Skatter" en diciembre de 1969.
© Copyright Stiftelsen Skjulte Skatters Forlag
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.