¿Cómo puedo vencer sobre la tentación de ver pornografía?
Con la ayuda del evangelio es posible ser totalmente libre de la pornografía.
Quieres vencer sobre "Goliat" en tu vida – ser libre de la pornografía – ¿No es así?
Ser esclavo a ver pornografía es solamente esto – un gigante aparentemente incesante que bloquea el camino. Esta barrera inmunda de impureza te hace perderte lejos del camino que un cristiano debe ir. Pero tu llamado en la vida no es permanecer siempre estancado en este ciclo maligno de tentación, derrota y culpa. Es absolutamente posible resistir estas tentaciones impuras y vivir una vida cristiana pura y en victoria.
Dios creó el matrimonio en un marco en el que el hombre y la mujer pueden vivir juntos con su bendición, expresándose su amor el uno al otro en una relación de cuidado y armonía. Ceder ante los deseos sexuales de una u otra forma, incluida la pornografía, es infidelidad y pecado. Esto es un pecado atroz, y tenemos que verlo como Dios lo ve: ¡Con extrema seriedad!
La pornografía daña tu alma
Las consecuencias de ceder ante esta infidelidad "oculta" son de largo alcance y hacen algo más que sólo influirte a ti. No creas que ningún otro sale herido, sólo porque lo haces en secreto. No solo recibes cicatrices en tu propia alma por las imágenes que se graban en tu memoria, sino también dañas seriamente tu capacidad de ser fiel a un cónyuge. Hay muchas personas que nunca son físicamente infieles hacia su pareja, pero ceder ante la infidelidad en lo oculto es igual de destructivo. Los efectos de la infidelidad se pueden ver en todas partes a nuestro alrededor en el mundo de hoy: hogares que se disuelven, dolor, amargura y trastornos psicológicos.
El objetivo del diablo es hurtar, matar y destruir. Una de las formas más dañinas que él tiene éxito es haciendo que las personas cedan ante sus deseos sexuales fuera de la intimidad del matrimonio. Por medio de inmundicias como la pornografía, Satanás toma el control completo de una persona. Los resultados son catastróficos.
Satanás tiene sin embargo la capacidad de ocultar las consecuencias y hacer apelar a tus sentidos de tal forma que rápidamente pierdes la vista del panorama general. Entonces, mientras estás allí engañado y confundido, querrá ingeniosamente pintarte la imagen de algo, o alguien, y susurrarte que no tienes otra alternativa que participar en su sucio juego. Después de haber caído en la trampa, te quedas ahí y te sientes sucio, derrotado y avergonzado, cada vez.
¿Qué tanto anhelas ser libre de la pornografía y el pecado?
La pregunta es, ¿qué tanto anhelas ser libre? ¿Ser un esclavo de tu codicia impura es sólo un inconveniente o realmente has llegado al punto que ya es suficiente? La clave es recibir un odio y una muy profunda indignación contra este pecado. Puedes orar para que tus ojos se abran y puedas ver la destructiva naturaleza de la pornografía y recibir un odio perfecto contra el pecado. ¿Cómo puedes luchar contra algo que realmente no odias? ¿Cómo puedes destruir por completo algo que es poco más que un "inconveniente"?
Con gusto pones 3 alarmas diferentes y sales de casa 45 minutos antes de lo necesario para asegurarte de no perder una entrevista de trabajo – pero, ¿qué medidas te has dispuesto a tomar para evitar la tentación a mirar pornografía? Tal vez necesitas tomar una pausa de navegar por internet. ¿Qué te ha brindado toda esta ociosa navegación por internet? ¿Acaso todo ese tiempo navegando no te ha dejado sin rumbo y sin la voluntad de resistir la tentación a pecar?
Puedes preguntar: "¿No hay otra medida práctica que pueda hacer y me ayude a vencer?" Por supuesto hay. Pero tú eres el mejor calificado para responder esa pregunta. Sabes mejor que nadie dónde y cuándo has caído antes. ¡Ser consciente específicamente de tus propias debilidades te da una increíble ventaja en tu lucha por la pureza! Cuando reconoces dónde y cuándo eres débil, has identificado exactamente donde necesitas luchar y dónde necesitas poder para vencer.
La oración en el momento de necesidad
En Hebreos 4: 16 está escrito: "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro." En otras palabras debes orar. Estás cansado del pecado, lo odias, tratas de romper tu hábito de mirar pornografía, pero te sientes sin fuerzas. Cuando clamas a Dios en el momento oportuno – en el momento de necesidad, cuando eres tentado – un increíble poder se desata en tu interior, el poder en el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo no hace que las tentaciones desaparezcan mágicamente. Pero la próxima que eres tentado a ver pornografía, de pronto viene una oposición en tu interior. Esto es el Espíritu, y Él está en conflicto con lo que atrae a tu carne – la inmundicia que ahora odias tan intensamente. Tan pronto este pensamiento viene a tu cabeza, debes clamar, "¡No cederé frente a esto! ¡Jesús, ayúdame a vencer!" Si tu anhelo es sincero, Jesús está más que dispuesto a ayudarte.
La lucha para mantener el corazón puro no es fácil. Es una lucha diaria. Pero la Biblia contiene promesas increíbles para aquellos que vencen: "Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado." 1 Pedro 4:1. Utiliza este verso como un arma en tu propia vida.
¡El gozo de la victoria!
Imagínalo: Si continúas diciendo "no" cada vez que el pecado se levanta con toda su abominación, haces que se muera de hambre al no alimentar los deseos. Llegará el día en que tus infieles codicias dejarán de torturarte. Lo que una vez fue un gigante de impureza estará muerto. Habrás terminado con el pecado.
Cuando comienzas a vencer estas tentaciones a ver pornografía, ¡un mundo nuevo se abre! Eres realmente feliz – ¡de pronto experimentas el gozo de la victoria!
¡Lucha por la pureza! ¡Lucha para ser de las personas que Dios puede utilizar para llevar a cabo su voluntad en la tierra, y jamás rendirse! Como un cristiano vencedor jamás extrañarás los placeres baratos y temporales que tenías que dejar. Yo no los extraño en absoluto.
"Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman." Santiago 1:12.
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Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.