Cómo expulsar a Satanás el acusador de tu vida

Cómo expulsar a Satanás el acusador de tu vida

¡Es posible poner a Satanás, a sus mentiras y a sus engaños bajo tus pies de una vez por todas!

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¿Alguna vez tenido pensamientos que parecen que inundan tu vida? Cosas como, “Nunca vas a tener éxito”, “No tienes esperanza; ¿por qué no te rindes?”, “Nunca vas estarás preparado(a) para cuando Jesús venga” … La lista puede seguir, pero puedes estar seguro de que todo este tipo de palabras son solo la voz de Satanás el acusador. Él es el único cuya intención desde el principio ha sido engañar y destruir la vida de la gente. Él viene de una manera muy sutil por medio de pensamientos como los antes mencionados, y en poco tiempo la oscuridad y la duda se abren paso y te roban el gozo y la paz.  

La vida se vuelve cada vez más pesada y los pensamientos se tornan oscuros y sin esperanza. ¿Por qué? 

Satanás el acusador es un ladrón 

“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir…” Juan 10:10. Probablemente el acusador no es capaz de tentarte con toda clase de pecados “asquerosos.” Pero si puede hacerte retroceder tan solo un poquito o hacerte pensar que no es posible vivir una vida victoriosa, entonces ha tenido éxito en su objetivo.  

En la otra parte del versículo está escrito: “… yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10. Jesús quiere que tú tengas éxito y que te vaya bien en todas las áreas de tu vida. En Hebreos 7:25 dice: “…viviendo siempre para interceder por ellos.” ¡Sí! Por ti, Él quiere salvarte perpetuamente y vive para interceder por ti.  

¿A quién vas escuchar entonces?  

Comienza con una decisión 

Todo pensamiento que no termine en fe, esperanza y amor debe ser expulsado de tu vida. Pero ¿cómo? Te preguntaras. 

Siempre comienza con una decisión. Tú puedes, de una vez por todas, tomar la decisión de que ya no más vas escuchar al acusador; puedes tomar la decisión de vivir para Jesús y no vivir para más para ti mismo. (Gálatas 2:20). Puedes entregar toda tu vida, pensamientos y corazón a Dios.  

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.” Romanos 8:1. Cuando tú eliges dar tu vida a Jesús, entonces no hay ninguna condenación. Esa es la posición de fe que debes tomar en tu vida, y tienes que creerla cada vez que Satanás el acusador trate de venir con sus mentiras.  

Manteniendo a Satanás el acusador lejos de ti 

¿Cómo puedes mantener al acusador fuera de tu vida? 

“Vestíos de toda la armadura de Dios …” Efesios 6:11 

Si piensas en ir a la lucha cara a cara con tu peor enemigo, sería muy poco inteligente ir y no estar armado. Seguramente perderías. El acusador es un veterano y sabe bien cómo derribar a la gente, así que no puedes ignorar sus maquinaciones. (2 Corintios 2:11). 

Es por eso que necesitas estar completamente armado y preparado para la lucha. ¿En dónde se lleva a cabo esta batalla? En tus pensamientos. ¿Qué pensamientos permites entrar a tu cabeza? “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.” Efesios 6:17.

Ser capaz de dominar tus pensamientos no es algo natural. Pueden ir de un lado a otro conforme a lo que esté pasando a tu alrededor. Se necesita trabajar conscientemente con nuestros pensamientos. “Poned la mira en las cosas de arriba.” Colosenses 3:2. Esto es algo que tienes que hacer conscientemente. Tus pensamientos no estarán en las cosas de arriba sin que tú trabajes en ello. “… llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” 2 Corintios 10:5. 

Tienes que estar alerta y vigilando los pensamientos que permites que se queden. ¡Satanás fue expulsado del cielo, eso significa que, si estás trabajando en poner tus pensamientos en el cielo entonces no hay absolutamente ningún lugar para él en tus pensamientos! Él ya ha destruido la vida de suficientes personas a través de la historia; no dejes que entre y destruya también la tuya. 

“Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo.” Jeremías 29:11. [LBLA] 

Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.