¡Cena con Jesús!
Jesús llama a la puerta de nuestro corazón – ¿qué ocurre cuando abrimos?
"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo." Apocalipsis 3:20.
Jesús está fuera tocando la puerta de nuestro corazón. Él llama mucho antes de que seamos salvos. "Si alguno oye mi voz y abre la puerta" dice. Sin embargo, la mayoría de la gente no escucha Su voz, sino al contrario, escuchan otras voces y abren la puerta de su corazón a todo menos a Jesús. Pero Jesús solamente entra y cena con los que oyen Su voz y abren la puerta.
No obstante, Jesús no solo está a la puerta de nuestro corazón tocando antes de que seamos salvos. Podemos decir que cada vez que somos tentados, siempre que debemos tomar una decisión, Él está a la puerta y llama. La pregunta ahora es: ¿qué voz escuchamos? Si escuchamos la voz de Jesús en medio de la tentación – cuando nuestra carne con sus pasiones y deseos nos atraen – y abrimos la puerta de nuestro corazón, entonces Él vendrá y cenará con nosotros, y nosotros con Él.
Cenar con Jesús es partir el pan con Él, y el pan es la Palabra de Dios. Cuando le abrimos la puerta en el momento de la tentación, Él entrará en nuestro corazón y partirá el pan con nosotros – nos abrirá y revelará las Escrituras, las cuales se vuelven alimento y ayuda para nuestras vidas. Cuando Jesús hace la Palabra viva para nosotros nos llena de gozo y alegría. Además de que también comparte el vino con nosotros.
Esto es algo completamente diferente a escuchar la voz de la carne y abrir la puerta a las pasiones y deseos, las cuales son las que hacen que caigamos en la tentación. Caer trae como resultado dolor en nuestro corazón y hace que cosechemos corrupción.
¡Qué Dios nos de gracia para poder escuchar siempre Su voz cuando llame a la puerta, y que nosotros abramos para que Él pueda entrar a cenar con nosotros, y nosotros con Él!
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.