Una lección fundamental para quien no quiera volver a estar estresado o preocupado

Una lección fundamental para quien no quiera volver a estar estresado o preocupado

Jesús mismo nos dio la solución perfecta con estas simples palabras: “buscad primeramente el reino de Dios…”

4 Min ·

El trabajo, las deudas y atender tanto nuestras propias necesidades como las de aquellos de los que somos responsables ocupan en nuestra vida gran parte de nuestro tiempo. Dichas obligaciones son muy importantes y es fundamental que seamos fieles y buenos administradores de ellas. Sin embargo, puede ser fácil preocuparse y que nuestros pensamientos sean absorbidos por todo lo que pasa. De cualquier manera, si este fuera el caso, Jesús nos exhorta a no afanarnos, sino a buscar “…primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Mateo 6:33. Esto nos da una maravillosa oportunidad de liberar nuestra mente de todas esas preocupaciones terrenales, y al mismo tiempo nos da un enfoque en los tesoros eternos ¡justamente allí en la realización de las valiosas tareas que tenemos como criar una familia, ser un empleado honesto y vivir correcta e íntegramente en la sociedad! 

Busca primeramente el reino de Dios 

¿En qué consiste el reino de Dios y su justicia? ¿Y cómo lo busco? 

“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”. Miqueas 6:8. La voluntad de Dios – Su reino – es ser justo, misericordioso y humilde. Nuestra tendencia humana es vivir para nosotros mismos y pensar en lo que nos gusta y satisface. Ser justo y misericordiosos requiere que neguemos nuestra propia voluntad humana para hacer a los demás lo que a nosotros nos gustaría que nos hicieran. Esto significa que renunciamos a nuestro egoísmo y ponemos a los demás en primer lugar. Buscar el reino de Dios y Su justicia significa elegir continuamente hacer la voluntad de Dios en lugar de la mía.  

Cuando en nosotros está el deseo de buscar primeramente el reino de Dios y Su justicia, nos damos cuenta que somos incapaces de vivir desinteresadamente y sin ser egoístas, y muy pronto descubriremos que necesitamos la gracia (ayuda) que Dios da a todos aquellos que andan humildemente frente a Él. (Santiago 4:6; 1 Pedro 5:5).

Recibiendo el reino dentro de nosotros 

Cuando volvemos nuestros pensamientos de esta manera entonces “los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él”. 2 Crónicas 16:9. Por medio del Espíritu Santo, Dios se muestra fuerte en nosotros, no solo trayendo a la luz nuestro egoísmo e injusticia, sino también dándonos el poder para negarlos y volvernos justos y misericordiosos.  

Cuando nuestra mirada se fija cada vez más en el reino de Dios, recibimos este reino dentro de nosotros a través de la obediencia a la voluntad de Dios. (Lucas 17:21). De esta manera, llegamos a conocerlo personalmente, y nos liberamos cada vez más de la inquietud y la ansiedad que viene por buscar mi propia voluntad aquí en la tierra. Además, también descubrimos personalmente lo verdaderas que son las palabras de Pablo a los Romanos: “porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. Romanos 14:17. También encontramos que Dios muestra Su poder para satisfacer nuestras necesidades terrenales. Nos reconforta una y otra vez mientras vemos cómo nos abre puertas para darnos lo que necesitamos.  

Cuando en lugar de preocuparnos, buscamos conscientemente primero el reino de Dios y obedecer Su palabra, descubriremos que Dios es fiel para cumplir Sus promesas. La vida se convierte en una búsqueda para acumular tesoros eternos, ¡y al mismo tiempo se nos es añadido todo lo que necesitamos en esta tierra! 

Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.