¿Amas a Jesús lo suficiente como para compartir este artículo?
Es fácil decir que amas a Jesús, pero, ¿estás dispuesto a probarlo?
“Comparte esta publicación si amas a Jesús.” “Dale me gusta a esta imagen si estas agradecido por lo que Jesús ha hecho por ti.” “¡Etiqueta a alguien si Jesús te ha salvado!”
Expresiones como éstas están literalmente en todo el Internet. Aparecen como anuncios, publicaciones en redes sociales y promociones de sitios web. Estas atraen a los lectores cristianos a difundir un evangelio de “amor” y “perdón” para que comenten, compartan y le den “me gusta.”
Personalmente, yo amo a Jesús. Lo amo con todo mi corazón, Él me ha salvado y estoy extremadamente agradecida por eso. Pero, no puedo dejar de sentir que falta algo en tales anuncios y publicaciones.
Guardad mis mandamientos
Curiosamente, Jesús mismo nos dice exactamente lo que debemos de hacer para demostrarle nuestro amor. Y no, no implica un “compartir” o un “me gusta” en una publicación. Él dice, “si me amáis, guardad mis mandamientos.” Juan 14:15.
Guardar los mandamientos de Jesús significa que seamos obedientes a Su palabra; que hagamos lo que Él dice. Cuando Jesús dice “no juzguéis…” (Mateo 7:1) por ejemplo, tenemos que hacer exactamente eso: ¡Dejar de juzgar! Nuestro amor por Cristo no se demuestra cuando nos abstenemos de juzgar una o dos veces ¡Es probado cuando hacemos un esfuerzo consciente para abstenernos de condenar a otros en nuestro corazón y mente!
Y de igual manera, cuando Jesús nos dice que mantengamos nuestro corazón puro celosamente (Mateo 5:21-30), ¡entonces debemos obedecer Su palabra! No podemos ser pasivos cuando se trata de deseos sexuales, odio, juicios o cualquier otra cosa que nos separa de Dios. Debemos emprender una batalla; tenemos que luchar para mantener los mandamientos de Jesús en nuestras vidas. Esto significa un claro y rotundo “¡No!” en nuestros corazones hacia todo lo que es impuro.
No todos entrarán al reino de los cielos
Jesús dijo: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.” Mateo 7:21.
Creo que lo que estas palabras significan en el contexto de hoy en día es que en muchos sentidos parece que el cristianismo ha sido diluido. Muchas personas claman “¡Señor, Señor!", actualizan su estado de Facebook de la manera cristiana, se suscriben a un versículo bíblico diario y tal vez mencionan un par de veces a Jesús en la sala de descanso.
Pero, ¿cuántas personas tienen un interés vivo de hacer la voluntad de Dios en sus vidas? ¿Cuántas personas realmente guardan sus mandamientos? ¿Dónde está el verdadero amor por Cristo, el amor que sacrifica lo propio?
Más que un “me gusta”
Por mi propia parte, veo que el verdadero cristianismo y el verdadero amor por Cristo requiere algo más que simplemente reconocer que Jesús fue “un gran hombre.” Porque la verdad es, que Jesús dio su vida por mí. Él derramo Su preciosa sangre para que yo pudiera ser salvado de mi propio pecado. No puedo decir que amo a Jesús si no hago caso a Su palabra y si no sigo Su ejemplo al sacrificar mi propia voluntad. Hacer eso sería hipocresía.
“Y éste es el amor, que andemos según sus mandamientos.” 2 Juan 1:6.
No demostramos nuestro amor a Jesús cuando damos doble click a la pantalla, o cuando decimos “sí” y “amén” a algo que fue bastante alentador. Demostramos nuestro amor por Cristo cuando guardamos Sus mandamientos; cuando somos obedientes a Su Palabra y al Espíritu en nuestras vidas y situaciones diarias. Este es el verdadero amor y es la única verdadera admiración que Jesús ama y desea.
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.