7 sorprendentes aspectos de un Dios todopoderoso

7 sorprendentes aspectos de un Dios todopoderoso

Un esclarecedor vistazo a el insondable ser de Dios.

¿Cómo es Dios?

Sabemos que Su gloria es tan grande que nadie puede verlo y vivir. (Éxodo 33:20) Dios está muy por encima de toda comprensión y entendimiento que ni siquiera podemos comenzar a comprender las profundidades de Su ser. Él es tan grande para nosotros que todo el universo se ve como una insignificante hormiga delante de Él.

Pero Dios se ha revelado a nosotros y nos ha dado una pequeña chispa de Su gloria, como una radiante luz que brilla a través de la ranura de una puerta. Al leer en la Biblia podemos darnos una pequeña idea de los milagros que hace y de la inmensa y brillante gloria que es Dios.

Dios es amor

“El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” 1 Juan 4:7-8.

"Dios es amor." La mayoría de la gente conoce y puede decir esto, incluso los ateos. Pero entender la profundidad de este amor es otra cosa. Dios ama a las personas más de lo que podemos entender. Él solamente tiene pensamientos de futuro y esperanza para cada uno de nosotros. (Jeremías 29:11).

Piensa en los siete mil millones de personas en el mundo. Cada uno de ellos desempeñan una tarea; van al parque, llenan combustible en sus autos, ríen, lloran, tienen dolor, aman a alguien, etc. El corazón de Dios y Su voluntad para cada uno de estos siete mil millones de personas es darles futuro y esperanza, desde el más benigno y piadoso entre nosotros, hasta el pecador más avezado.

No hay persona que solamente esté para "rellenar." Dios ama no solamente a los cristianos. Él ama a todos. Si medito en esto, comienzo a entender Su amor y el cual me maravilla una y otra vez como las olas que chocan en la orilla del mar. Dios me ama. ¿Por qué creó la tierra? Porque me ama. ¿Por qué perdona mis pecados? Porque me ama. ¿Por qué hace que absolutamente todo en mi vida sea para bien? Porque me ama.

Nunca seré capaz de comprender las profundidades del maravilloso amor de Dios y el cuidado que tiene por Su creación, pero puedo creer y experimentar algo de esto. Entre más pienso en cuán grande debe ser Su amor, mas crece mi anhelo de dar amor de vuelta, de una u otra manera, con mi propia vida. Que todo lo que yo haga, lo haga para mi Dios porque Él me ama y me ha dado todo.

“Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.” Sofonías 3:17.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Juan 3:16.

Dios es justo

“Justo eres tú, oh Jehová, y rectos tus juicios.” Salmos 119:137.

Dios siempre es justo. Todas las decisiones y acciones que Él toma son correctas y justas; Él no se equivoca; Él no es injusto.

Dios no hace acepción de personas. (Romanos 2:11). Ni siquiera los cristianos se escaparán fácilmente, todos llegarán a ser juzgados de la misma forma; según las leyes espirituales de Dios. "Porque no hay acepción de personas para con Dios." Romanos 2:11. Continúa leyendo en Romanos 2:12-16.

Una y otra vez podemos ver la justicia de Dios en los ejemplos de la Biblia. Cuando destruyó la ciudad de Sodoma y Gomorra le prometió a Abraham que no los salvaría si solo encontrase diez almas justas. (Lee Génesis 18:22-23) Pero ninguna se halló. La destrucción de las ciudades fue justa.

Cuando todo esté dicho y hecho Dios va a sentarse en Su trono y juzgará a cada uno según sus obras. (2 Corintios 5:10) Ninguno podrá decir que es juzgado injustamente. Todo es recompensado o castigado con mucha precisión. Dios juzga justamente.

“Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.” Apocalipsis 15:3.

Dios es bondadoso

“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.” 1 Juan 2:1.

El perdón es algo que puede ser fácil de dar como recibir. Pero no debemos olvidar lo fantástico que es perdonar. ¿Quién no ha hecho o dicho algo que lamentó? Algunos errores pueden dejar manchas en tu vida, así como el café en una camiseta blanca. No importa cuánto lo intentes, no podrás dejar de verlo, pensar en esto y desear de todo tu corazón regresar en el tiempo para que todo se deshaga.

Pero Dios, en Su infinito amor, perdona, perdona y perdona. Hay cualidades para recibir el perdón (Mateo 6:15, Hechos 3:19), pero éstas no son difíciles de lograr. Dios lo ha hecho tan fácil como posible para nosotros lograr el perdón y así podamos experimentar Su bondad y perfecta voluntad. Este perdón es absoluto. Cuando somos perdonados, se nos perdona realmente y somos limpios otra vez. Una hoja en blanco para empezar de nuevo.

Cuando pensamos lo que es el pecado y lo que realmente significa para Dios, es en realidad increíble que Él nos perdone tan a menudo. Cuando pecamos, no solo nos dañamos a nosotros mismos también a quienes nos rodean, es una afrenta personal contra Dios que nosotros, su pobre creación, tenga que elegir irse en contra de Su plan perfecto para con nosotros. Es su extremo oprobio.

“JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado.” Salmo 130: 3-4.

El perdón es realmente algo que debe despertar la piedad y el temor de Dios; nos debería hacer tan agradecidos a Dios y a su bondad que comenzamos a temer pecar contra Él. Cualquier pecado que haya sido limpiado es una razón por la cual nunca debemos pecar otra vez. Piensa cuán bueno es Dios quien continúa perdonándonos, una y otra vez.

“No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.” Salmos 103: 10-12.

Dios es paciente y benigno

“Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús.” Romanos 15:5.

Dios es también el Dios de la paciencia. Él nos espera; es manso. Lo más correcto y justo sería que todos muramos, pues hemos pecado e ido en contra de Su perfecto plan de creación. Pero Dios nos ha dado una dádiva, un inmerecido camino para ir hacia Él. A través de Jesucristo podemos lograr tener una naturaleza divina y vivir en la eternidad junto con Él en armonía. (2 Pedro 1:4)

Dios está dispuesto a perdonar en Su infinita paciencia, dispuesto a andar juntamente con nosotros, para enseñarnos, y tomarnos una y otra vez hasta aprender el camino hacia Él. Los seres humanos somos tontos, egoístas, débiles y estúpidos por naturaleza, sin un sentido natural por la sabiduría y voluntad de Dios. Debemos admitir que nuestro progreso es muy lento y a menudo, con muchos contratiempos. Pero Dios nunca se da por vencido mientras tengamos la mente y el corazón para servirle. La obra que Él ha comenzado en nosotros la terminará. No importa el tiempo que tome. (Filipenses 1:6)

La paciencia de Dios es enorme. El anhelo de Dios es que todos los hombres lleguen a ser salvos, por eso extiende Su mano todo el día para que podamos cogernos de ella. (Isaías 65:2) Pero la justicia de Dios significa también que Él nos ha dado una voluntad libre, y nunca quiere obligarnos a hacer algo. Si nos obstinamos y escogemos rechazar Su amabilidad una y otra vez, al final tendrá que decir: “Bueno, tú recibirás lo que tú quieres”, y cosecharemos el mal que hemos sembrado. (Salmos 81:11-12, Isaías 6:9-10)

“Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia.” Salmos 145:8.

Dios es ira

“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad.” Romanos 1:18.

Dios es amor, Él es paciente, es justo y también es un Dios de ira. La ira de Dios no está sobre los hombres, pero si sobre el pecado. Porque Su amor hacia los hombres es tan profundo, que necesariamente odia todo lo que le hace daño a su creación con un odio tan profundo como es su amor. Puede sonar contradictorio pero no lo es.

Dios odia el pecado porque sabe lo destructivo que es. Él ve que el pecado daña, destruye y quebranta Su perfecta creación una y otra vez. Él entiende todo el dolor y sufrimiento que hay a causa de esto. Dios quiere llegar a eliminar el pecado, desde lo exterior hasta lo más profundo.

Pero exactamente ahora es el tiempo de gracia; el tiempo que Dios ha dado a las personas para que se separen de su pecado. Él permite a las personas tomar la decisión de servirle o servir a su pecado. Es hora de hacer uso del inmenso poder de la ira de Dios y de limpiar todo el pecado que mora en ti. Deja que arda a través de ti como un fuego.

¡Cómo se atreve Satanás a corromper la creación perfecta! ¡Cómo se atreve a guiar a las personas a la angustia, impaciencia, mentira, preocupación, inmoralidad sexual y a todos los demás pecados que causan tanto daño a las personas y a las relaciones! ¡Cómo se atreve a iniciar guerra, peste, hambruna y ataques terroristas y todo lo otro que hace! ¡Cómo se atreve a tratar de arrebatarnos de las manos amorosas de Dios! Si tú sigues y tienes un ardiente odio contra el pecado que mora en ti, solo piensa que Dios también lo sabe y entiende mucho más de lo que podamos sentir o imaginar.

La ira de Dios no es injusta. Tampoco hay que temer. Él es también enormemente paciente y misericordioso con las almas que buscan agradarle. Dios los ve con bondad. Pero tampoco podemos engañarlo o aprovecharnos de esto. Debemos usar nuestro tiempo para liberarnos del pecado.

Llegará el día en que la gracia se acabe, y Dios extenderá Su mano y pondrá fin al pecado para siempre. Y quien elija aferrarse firme a su pecado será destruido junto con él.

“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” Gálatas 6:7.

“Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.” Efesios 5:6.

Dios todopoderoso

“¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.” Isaías 40: 28-29.

Dios puede hacer todo; Él creó los cielos y la tierra con una palabra; Él dio aliento de vida a Adán y formó a las personas; Él creó el viento y las aguas, las estrellas y los planetas, Él creó todo el universo; Él tiene la capacidad de hacer todo lo que quiera.

Él tiene el poder de perdonar los pecados y resucitar a los muertos. Y más que esto: Él tiene el poder de evitar que los hombres pequen y  de llevarlos a una vida victoriosa en Cristo. (Romanos 16:20) Todo lo que pidas dentro de la voluntad de Dios es tuyo. Victoria sobre tus enemigos, sabiduría, paciencia, amor y humildad, todas estas cosas están dentro de la fuerza de Dios para darte, y Él no duda en dar a los que se lo piden. (Juan 14:13)

No hay ningún pecador que sea tan miserable que Dios no pueda salvarlo,  ni tampoco ningún pecado que sea tan grande que Él no perdone.

Cuando tú recibes el Espíritu Santo, este enorme poder te llena y te da fuerza para servir a Dios como nunca antes lo pudiste hacer. El Espíritu fluye a través de tu corazón, mente y cuerpo, y te llena de una fuerza para llegar a terminar con el pecado.

Ésta fuerza es mucho más enorme que el pecado. Solo entrégate completamente a Dios, sé obediente a Él, y deja que Su poder te libere totalmente.

Dios es inconmovible y eterno

“Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.” Salmo 90:2.

Dios no está sujeto a los diversos deseos y opiniones de una sociedad errónea y degradada. Sus leyes, su amor y sus caminos son los mismos hoy en día así como los fueron desde la creación de la tierra. Y van a continuar así hasta la eternidad, por siempre. 

Las leyes morales que Dios dio al pueblo de Israel hace miles de años son las mismas leyes que Él espera que sigamos hoy en día. Y son las mismas leyes que espera que vivamos por los siglos de los siglos.

“Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY.” Éxodo 3:14. Dios es el fin. El es el todo.

Su voluntad nos da una paz perfecta, alegría y armonía para todos aquellos que le obedecen, y esta armonía continuará en nosotros hasta la eternidad. El amor de Dios, su justicia, su paciencia y su poder nunca van a disminuir ni cambiar. Dios no cambia. Él es perfecto. Y así será por siempre.

Dios extendió Su mano para darte futuro y esperanza. ¿Te has cogido de su mano?

Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.