26 versículos de la Biblia sobre el Espíritu Santo
¿Qué es el Espíritu Santo? ¿Cómo puedo recibirlo? ¿Cuál es su función?
Es imposible vivir una verdadera vida cristiana como discípulo de Jesús sin el Espíritu Santo. Aquí seleccionamos una colección de versículos bíblicos sobre el Espíritu Santo que muestran cuál es Su función, cómo lo recibimos y cómo puede ayudarnos.
Versículos bíblicos sobre la promesa del Espíritu Santo
“Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.” Hechos 1:4-5.
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” Mateo 28:19-20.
¿Qué función cumple el Espíritu Santo? Lee más aquí.
La llegada del Espíritu Santo
“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.” Hechos 2:1-4.
Recibiendo el Espíritu Santo – versículos bíblicos sobre el bautismo del Espíritu Santo
“Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.“ Mateo 3:11.
“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” Hechos 2:38.
“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” Lucas 11:13.
“Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.” Hechos 5:32.
Lee más acerca del bautismo del Espíritu Santo aquí.
El Espíritu Santo – Un sello
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Efesios 4:30.
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.” Efesios 1:13-14.
“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.” Romanos 8:14-17.
El Espíritu Santo – El Consolador y el Espíritu de Verdad
Jesús dijo esto a sus discípulos no mucho antes de que los dejara:
“Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.” Juan 14:15-18.
“Os he dicho estas cosas estando con vosotros. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” Juan 14:25-26.
“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.” Juan 15:26.
“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré… Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.” Juan 16:7, 12-14.
El Consolador, el Espíritu Santo, nos recuerda la Palabra de Dios en nuestra situaciones diarias. ¿No es eso un consuelo? Como seres humanos, es fácil perder el enfoque de lo que tiene valor eterno cuando la vida es muy agitada. Pero el Espíritu Santo puede hablarnos en el momento en que más lo necesitamos, por ejemplo, cuando sentimos que no debemos devolver mal por mal, o cuando sentimos que debemos echar toda nuestra ansiedad sobre Él.
“Porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.” Lucas 12:12.
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.” Romanos 8:26-27.
Lee más aquí sobre por qué necesitamos el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo – Poder
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” Hechos 1:8.
Pedro, que días antes fue muy débil y tímido no podiendo confesar a Jesús aunque quisiera, se llenó de fuerza en el momento en que el Espíritu Santo cayó sobre él. ¿Tienes tú también el deseo en tu corazón de vivir una vida pura para Jesús? ¿Anhelas decir “¡No!” en la tentación pero te falta el poder para hacerlo? ¡Ora por el Espíritu Santo! ¡Él te dará poder para resistir como nunca antes lo has experimentado!
“Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.” Hechos 4:31.
Lectura adicional: El Espíritu Santo: un extraordinario poder para liberarte
Andad en el Espíritu
“Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.” Gálatas 5:25.
Después de haber recibido el Espíritu Santo, es evidente por este versículo que tenemos que seguir andando en un camino. Andar en el Espíritu significa ser obediente al Espíritu.
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.” Gálatas 5:16-17.
“Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.” Romanos 8:12-13.
“Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación…” Hebreos 3:7-8.
“No apaguéis al Espíritu.” 1 Tesalonicenses 5:19.
Lee el testimonio de Marie sobre por qué es importante ser obediente al Espíritu.
El resultado de andar en el Espíritu
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” Gálatas 5:22-23.
“… el ocuparse del Espíritu es vida y paz.” Romanos 8:6.
“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.” Romanos 15:13.
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.