25 razones para extender nuestra mirada hacia la eternidad:
Calles de oro es sólo el comienzo…
¿Has utilizado alguna vez tiempo para imaginar cómo será en la eternidad? Conocemos las típicas descripciones, calles de oro, luz clara, etc. La verdad es que de ninguna manera podemos imaginar con nuestra mente humana lo que Dios ha planeado para nosotros. Será algo fenomenal, pero de una forma que ni siquiera podemos imaginar.
Quizás la mejor parte de la vida eterna es que recibiremos un cuerpo incorruptible inmortal. (1 Corintios 15,50-58) Un cuerpo sin limitaciones humanas. Sin ninguna naturaleza humana egoísta. Ninguna tentación a pecar. Ninguna cosa que me pueda dañar a mí misma ni a nadie más. Libertad para servir a Dios sin limitaciones. ¡Tendremos naturaleza divina! (2 Pedro 2,4)
Esta es una lista de las cosas por las que extiendo mi mirada hacia adelante. Muchas de ellas tienen una base en las Escrituras; otras son sólo cosas que creo cuando pienso en la perfecta armonía y bondad que habrá allí. (Lee todo Apocalipsis 21 & 22) Todo esto porque siempre es la perfecta voluntad de Dios la que debemos hacer. Vale la pena ser fiel a todo esto.
- Inmortalidad (Apocalipsis 21,4)
- Ninguna muerte, dolor, tristeza, lágrimas ni clamor, (Apocalipsis 21,4) (Isaías 60,20)
- Ser semejante a Cristo (1 Juan 3,2)
- Estar siempre con Él (1 Tesalonicenses 4,17)
- Una vida gloriosa con paz y alegría
- Solamente buena voluntad
- El momento adecuado, el lugar adecuado, la persona adecuada, la forma adecuada, la cantidad adecuada.
- Cuerpos espirituales glorificados (Filipenses 3,20-21, 1 Corintios 15)
- Un entorno glorificado (Apocalipsis 21)
- Ningún cansancio, ni noche, ni sueño (Apocalipsis 21,25)
- Ninguna enfermedad (Apocalipsis 22,2)
- Comunión perfecta
- Ningún sonido destemplado
- Ninguna oposición
- Ninguna fricción
- Ninguna contradicción
- Ninguna desobediencia (Apocalipsis 21,27)
- Todo con la velocidad de un rayo (Mateo 6,10)
- Todo en perfecto reposo y paz
- Sin errores
- Ninguna infidelidad (Apocalipsis 21,27)
- Ningún fracaso
- Ninguna duda de nada
- Nunca un amor deficiente
- Ni una exhortación o corrección, mucho menos un castigo, ¡porque las razones para esto han desaparecido para siempre!
Utilicemos las oportunidades que tenemos en esta vida para luchar contra el pecado que recurre a nosotros a través de nuestra naturaleza humana. Es a través de esta batalla que recibimos naturaleza divina. Así es como experimentamos la grandeza de su bondad y gloria.
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.