11 razones por las cuales realmente vale la pena ser cristiano

11 razones por las cuales realmente vale la pena ser cristiano

¡Es una vida rica y provechosa!

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Como cristiano estás inscrito en la mejor escuela que existe – La escuela en el monte de Sion. Tu educación y enseñanza en esta vida te preparará para reinar en el mundo venidero, junto con Jesús y sus santos. ¡No hay una meta o llamado más grande en la vida! 

¿Pero que es realmente un cristiano? Leemos en Hechos 11:26 que los discípulos fueron llamados cristianos. Un cristiano es un discípulo. Jesús dijo: “…Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.” Lucas 9:23. Ser cristiano significa en otras palabras que yo niego mi propia voluntad, y elijo hacer la voluntad de Dios cada día. 

¿Qué es lo que hace a esta vida tan provechosa? ¿Qué es lo que hace a la vida de un cristiano la mejor vida que existe? Aquí te tenemos once increíbles beneficios de ser un cristiano. 

1. Todos tus pecados son perdonados inmediatamente 

Una parte de ser cristiano es que tienes que confesar tus pecados a Jesús y orar por perdón. Mira en 1 Juan 1:9. Si has pecado contra otras personas, también tienes que ordenar eso. Entre más rápido lo hagas, será mucho mejor. ¡Ser perdonado es un gran gozo y alivio! No necesitas seguir cargando una carga de culpa por tus pecados pasados, no importa que tan grandes o pequeños sean. Es una alegría enorme saber que tus cosas están en orden con Dios y los hombres. ¡Con el perdón, nos liberamos de la perdición eterna y nos reconciliamos con Dios mismo! 

2. ¡Recibes ayuda para dejar de pecar conscientemente! 

Lo mejor de todo es que nuestra salvación no se acaba con el perdón. De hecho, como cristiano puedes recibir ayuda de tal manera que nunca más necesitas pecar conscientemente. El perdón es un enorme regalo, pero ¿no es aún más grande recibir ayuda de Jesús en el momento de la tentación, antes que caigas en pecado? Mira Hebreos 2:18 y Hebreos 4:15-16. ¡Realmente puedes ser liberado de pecado! 

3. El espíritu santo comienza a enseñarte y a librarte de ti mismo 

Cada día el Espíritu te muestra más de tu propia naturaleza humana: altivez, exigencias contra los otros, envidia, pereza, etc. Mira Juan 16:13. Estas cosas están muy arraigadas en nuestra naturaleza. El Espíritu nos enseña a negarnos a nosotros mismos en estas áreas (y más) y a tomar nuestra cruz cada día, así como Jesús dijo. Mientras estas cosas empiezan a morir, las virtudes de Cristo empiezan poco a poco a crecer y a manifestarse en mí. ¡Qué gran bendición es el no ser gobernados por nuestros deseos! ¡Estas virtudes son una parte de la naturaleza divina, la vida eterna, la cual se nos fue prometida! (2 Pedro 1:2-8). 

4. Tienes una paz y gozo que nada ni nadie te pueden quitar 

Cuando vives esta vida victoriosa vas a tener paz en tu corazón, la propia paz de Jesús. ¡Nada ni nadie pueden quitártela! Escrituras como la de Romanos 8:28 y Salmos 23:1 pueden ayudarte justamente cuando la vida te está presionando por todos lados. ¡Tú sabes que Dios tiene el poder! El maneja con precisión cada detalle de tu vida, y puedes tener plena confianza en Su cuidado. 

5. ¡Jesús es tu poderoso ayudador y amigo! 

Jesús sabe cómo es tener una naturaleza humana y ser tentado de ella, Él fue el primero en vencer en todas las circunstancias. Él puede ayudarte a hacer lo mismo. Mira hebreos 2:18 y Hebreos 4:15-16. Él está de tu lado y listo para ayudarte. ¡Tú también puedes vencer todas las tentaciones con las que te encuentres! Puedes echar todas tus preocupaciones sobre Él. Cuanto más abras tu corazón hacia Él en cualquier situación en la que te encuentres, cuanto más cercana será tu relación con Él, pues Él ha prometido que no te desamparará, ni te dejará.

6. Tus necesidades terrenales y materiales son atendidas 

Las Escrituras prometen a cada discípulo que sus necesidades terrenales serán cubiertas. Mira en Mateo 6:31-33. ¿Significa esto que deberías renunciar a tu trabajo solo para leer la Biblia todo el día? No. Tampoco hay una garantía para que vivas una vida lujosa. Pero lo que significa es que siempre tendrás suficiente. No debes, y nunca más necesitas estar preocupado por tus necesidades terrenales. 

7. Tu vida se vuelve estable 

Creer en Dios y en las Escrituras te hace un hombre estable con los pies puestos en la tierra. Mira Efesios 4:14. Las circunstancias emocionales, las personas con un fuerte carácter o las últimas novedades en las redes sociales no te inclinan y te desvían del camino; Aprendes a no ser una alfombra y a pasar por situaciones difíciles, en lugar de tratar de encontrar un camino más simple. La gente te va a respetar más, y tú vas a respetarte más a ti mismo. 

8. Siempre tienes algo que hacer 

Como cristiano, el aburrimiento se convierte en una cosa del pasado. Mira Efesios 2:10. Tu tarea, cada día, es de encontrar la voluntad de Dios en la vida cotidiana. La Biblia es tu libro de mano y está lleno de guías, pero tienes que empezar a leerla y a usarla. Un lugar fácil para empezar es, por ejemplo, 1 Tesalonicenses 5:16-18. Si haces esto, encontrarás que siempre hay algo con que trabajar. ¡Encuentras también que tu tarea es traer alegría y bendición a las personas a tu alrededor! ¡Esta vida hace que valga la pena levantarse en las mañanas! 

9. Recibes relaciones significativas 

¡No estás solo en esta escuela! (1 Juan 1:7) Ser cristiano en este mundo oscuro hace que uno a veces se sienta solo. Pero hay un fuego que irradia fuertemente donde los discípulos se juntan para ser fortificados en su formación. Busca este fuego, y busca la comunión con los discípulos. Vas a encontrar consuelo y fuerza, vas a ser desafiado a vivir aún más ferviente para Dios. Estas van a ser las relaciones más significativas de tu vida. 

10. Serás una luz en este mundo 

A medida que el mal se apodera más de este mundo, las cosas se vuelven cada vez más oscuras. Pero la fuerza que está en nosotros mediante el Espíritu Santo, es más fuerte que lo malo que hay en este mundo. Mira 1 Juan 4:4; Juan 16:33 y 1 Juan 5:4. ¡Sí! en lugar de que seas alguien que es arrastrado por su pecado puedes ser una luz para todos los que están a tu alrededor. No tengas miedo de lo que ves, ni en ti mismo ni en el mundo. Jesús dijo “…pero confiad, yo he vencido al mundo.” 

11. Vas a gobernar en el mundo venidero 

La vida de un cristiano es una vida de intenso entrenamiento. Se requiere darlo todo, no solo en el comienzo, sino una y otra vez mientras el Espíritu Santo te guíe en contra de tu naturaleza pecaminosa. Pero en el mundo venidero vamos a dirigir y gobernar con Jesús por toda la eternidad. Mira en Apocalipsis 3:21. El final de tu vida terrenal se convierte en una puerta de entrada a la gloria que Dios todo el tiempo ha preparado para ti. Pasas a través de la puerta y entras al comienzo de la verdadera vida. ¡Este es tu llamado! 

Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.