¿Cómo puedo servir al Señor?

¿Cómo puedo servir al Señor?

¿Qué significa en realidad “servir al Señor”?

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Tu plan para el día puede ser tal vez así: Clases a las 7 a.m., exposición a las 9 a.m., dos tareas para el medio día, estudiar para exámenes parciales la próxima semana, y actividades en la iglesia después de clases. ¡Mientras las tareas se acumulan, también los niveles de estrés! ¿Has tenido la sensación que esas 24 horas del día no son suficientes? Y sumado a todo esto, ¿cuándo tienes tiempo para servir en la iglesia, leer la Biblia, y orar? Piensas, "¿Cómo puedo servir al Señor y al mismo tiempo cuidar de mis estudios?"

Sirviendo con mi vida

¿Qué significa en realidad "servir al Señor"? ¿Significa cantar en el coro, contribuir en el trabajo misionero, o bien hacer trabajo voluntario para recaudar fondos? ¿Estoy sirviendo a Dios en mis pensamientos, palabras y obras?

"Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de mí." Hebreos 10:7. La tarea de un servidor es hacer lo que su maestro requiere, ser agradable a Él. "Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación…" 1 Tesalonicenses 4:3. La voluntad de Dios es que seamos santificados, seamos puros así como Él es puro. Un servidor del Señor sirve con sus pensamientos, palabras y obras.

¿Y si durante un día completo pude ir marcando todo en la lista de quehaceres, sin embargo estuve protestando y quejándome mientras realizaba cada tarea, o bien murmurando de mis compañeros, o trabajando con poco entusiasmo? ¿Estoy sirviendo al Señor con mis pensamientos, palabras y obras? "Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas…" Eclesiastés 9:10.  Cuando elijo ser agradable a Dios en todo lo que hago, independiente del tipo de tareas — si estoy estudiando para mis exámenes, estoy en el trabajo o ayudando con la Escuela Dominical — ¡entonces puedo servir al Señor con mi vida— mis pensamientos!

Una educación para la eternidad

Ser purificado y transformado es una educación de toda la vida. Cuando deseo vivir de una manera agradable a Dios — en mis pensamientos, palabras y obras — comienzo a escuchar la voz de Dios. Cuando escucho y soy obediente, aprendo cual es la voluntad de Dios en las diferentes situaciones de la vida. ¡Entonces Dios puede hacer su voluntad a través de mí, y puedo ser un verdadero servidor del Señor!

Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.